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Runa y el Legado Chaikurú es un videojuego argentino de plataformas en 3D, al cual El Espectador pudo llegar gracias a un early access ( anticipado) en Steam. La primera palabra del videojuego da nombre a la protagonista, quien hace una valiente travesía por las profundidades de las enigmáticas ruinas de la civilización Chaikurú.
Este diario tuvo al primer capítulo y la mitad del segundo. Fanny Pack Studios fue el estudio argentino detrás de este título disponible desde el 29 de enero de 2025 en Steam. La aventura se complementa con selvas, cascadas y cuevas que serán el escenario idóneo para resolver los puzzles intrincados, recolectar amatistas y defenderse de los enemigos.
Aunque por el momento solo está disponible en la biblioteca de Steam y Epic Game Store, los desarrolladores argentinos preparan una versión para Nintendo Switch. Este es un primer vistazo de lo que se pudo conocer de la entrega, y aunque resulta ser un esfuerzo muy loable, aún tiene muchos detalles por mejorar y una historia por explotar.
Runa y el Legado de Chaikurú
El primer punto importante es que gráficamente el juego es muy exigente, los bajones de frames o los congelamientos de pantalla son frecuentes. Esto cambia de equipo en equipo. Por otro lado, Runa, el personaje principal, es una arqueóloga que atraviesa el mundo en busca de aventuras.
Al tratarse de un juego de plataformas los coleccionables eran un elemento de esperar, pero la cámara no ser puede mover. Esto limita el campo de visión y algunos puntos del mapa se sienten como un callejón sin salida. Eso sí, hay juegos de este género que funcionan bien de esta manera.
La constante búsqueda de las ruinas del Chaikurú resulta ser emocionante y uno de los mayores propósitos al juego. Además, las constantes referencias a Argentina son muy familiares para quienes conozcan el país o sean originarios de allí. Solo por resaltar dos, la empanada de oro y el mate como fuente de vida son dos aspectos narrativos distintivos.
¿Qué tal se ve Runa y el Legado de Chaikurú?
Sin embargo, visualmente la entrega no destaca enormemente de otras propuestas del mismo estilo. Dada la primera impresión, parece que tanta exigencia gráfica no se ve reflejada en una calidad de imagen superior. Eso sí, cada ambiente está dibujado y diseñado en pro de contar la misma historia que los personajes y los diálogos.
Al menos hasta donde nosotros pudimos probar, son pocas las interacciones con los objetos y muchas instrucciones no son tan claras como el gamer quisiera. Eso sí, no hay que perder de vista que los detalles alusivos a Argentina aportan a la historia y su desarrollo.
En conclusión, Runa y el Legado de Chaikurú aún tiene muchos detalles por pulir, pero estamos hablando solo de una versión preliminar. El cielo es el límite y el potencial de este mundo fantástico es tan grande como sus desarrolladores y aficionados quieran.
