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Los Estados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron este martes, formalmente y por consenso, el primer Acuerdo Mundial sobre Pandemias de la historia. La decisión llegó en medio de la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud y es el resultado de más de tres años de intensas negociaciones iniciadas por los gobiernos en respuesta a los devastadores efectos de la pandemia de covid-19, con el objetivo de lograr un mundo más seguro y equitativo frente a futuras pandemias.
Para entender con claridad la importancia de lo que significa esto y lo difícil que fue lograrlo, basta decir que este acuerdo es apenas el segundo instrumento legal internacional que se negocia bajo el Artículo 19 de la Constitución de la OMS (que establece la facultad que tiene la Asamblea Mundial de la Salud para adoptar convenios o acuerdos internacionales vinculantes). El primero fue el Convenio Marco para el Control del Tabaco, adoptado en 2003 y vigente desde 2005.
“El mundo es hoy más seguro gracias al liderazgo, la colaboración y el compromiso de nuestros Estados para adoptar el histórico Acuerdo de la OMS sobre Pandemias”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. “El Acuerdo representa una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. Garantizará que, colectivamente, podamos proteger mejor al mundo de futuras amenazas pandémicas. También representa un reconocimiento por parte de la comunidad internacional de que nuestros ciudadanos, sociedades y economías no deben quedar expuestos a sufrir pérdidas como las sufridas durante la covid-19”.
El Acuerdo marca un hito en la cooperación internacional en salud pública. Su objetivo principal, señala la OMS, es establecer una estructura sólida y coordinada entre los países para mejorar la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias. Para lograrlo, el acuerdo plantea principios, enfoques y herramientas que refuercen la capacidad de los sistemas de salud a nivel global. Uno de los pilares fundamentales es garantizar un equitativo y oportuno a vacunas, tratamientos y herramientas diagnósticas en caso de una emergencia sanitaria, evitando las desigualdades que se evidenciaron durante la pandemia de covid-19.
Sin embargo, el acuerdo subraya con claridad el respeto por la soberanía nacional. En este sentido, aclara que no otorga a la Secretaría de la Organización Mundial de la Salud, ni a su director general, autoridad para imponer decisiones sobre las políticas internas de los países. Esto incluye asuntos como legislación nacional, control de fronteras, mandatos de vacunación, decisiones sobre confinamientos o el uso de medidas diagnósticas o terapéuticas. El propósito es fomentar la colaboración sin interferir en la autonomía de cada Estado, respetando su capacidad para decidir de acuerdo con su contexto, legislación y necesidades.
¿Qué sigue para el acuerdo pandémico?
La Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución que define los pasos clave para poner en marcha el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias. Entre ellos, se encuentra el inicio de un proceso de redacción y negociación de un Sistema de a Patógenos y Distribución de Beneficios (SAP), que será liderado por un Grupo de Trabajo Intergubernamental (GTI). Los resultados de este proceso serán presentados y evaluados en la próxima Asamblea Mundial de la Salud.
Una vez que este sistema, conocido como anexo PABS, sea aprobado por la Asamblea, el Acuerdo quedará abierto para la firma y ratificación por parte de los países, incluyendo la aprobación por sus respectivos parlamentos o legislaturas. El tratado entrará en vigor cuando al menos 60 países lo hayan ratificado.
Además, los Estados han encargado al Grupo de Trabajo Intergubernamental que trabaje en la creación de dos componentes esenciales para la respuesta global ante pandemias: por un lado, un Mecanismo Financiero de Coordinación que respalde la prevención y preparación ante emergencias sanitarias, y por otro, una Red Mundial de Cadenas de Suministro y Logística (GSCL). Esta red buscará eliminar obstáculos y asegurar que los países que más lo necesitan puedan acceder de forma rápida, segura y asequible a insumos médicos esenciales durante emergencias sanitarias internacionales, incluyendo futuras pandemias.
En cuanto al papel del sector privado, los fabricantes que participen en el sistema PABS estarán comprometidos a facilitar el equitativo a vacunas, tratamientos y diagnósticos durante una pandemia. Deberán destinar al menos el 20 % de su producción en tiempo real —ya sea mediante donación o a precios accesibles— para uso de la OMS, que los distribuirá en función del riesgo y las necesidades de los países, dando prioridad a aquellos con menos recursos.
“Desde el punto álgido de la pandemia de covid-19, los gobiernos de todo el mundo actuaron con gran determinación, dedicación y urgencia, ejerciendo así su soberanía nacional, para negociar el histórico Acuerdo de la OMS sobre la Pandemia, adoptado hoy”, declaró Teodoro Herbosa, Secretario del Departamento de Salud de Filipinas y Presidente de la Asamblea Mundial de la Salud de este año, quien presidió la adopción del Acuerdo. “Ahora que el Acuerdo ha cobrado vida, todos debemos actuar con la misma urgencia para implementar sus elementos esenciales, incluidos los sistemas que garanticen el equitativo a los productos sanitarios esenciales para la pandemia . Dado que la covid-19 fue una emergencia única, el Acuerdo de la OMS sobre la Pandemia ofrece una oportunidad única para aprovechar las lecciones aprendidas de esa crisis y garantizar que las personas de todo el mundo estén mejor protegidas si surge una futura pandemia”.
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