Aunque la prensa europea señala a la princesa Leonor de Borbón y Ortiz como la más normal de los herederos de las monarquías occidentales, en realidad, su vida, como ocurre con los integrantes de la realeza, ha sido particular desde su llegada al mundo.
Cuando nació, el 31 de octubre del 2005, de inmediato le fue concedido el título de infanta por ser la hija de Felipe y Letizia, quienes en ese momento eran príncipes de Asturias. Cuando su padre asumió el trono de España en el 2014, Leonor se convirtió en la primera en la línea de sucesión. Dejó de ser infanta para convertirse en princesa de Asturias, princesa de Gerona, princesa de Viana, Duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEducación de primer nivel para la futura reina
A los 15 años, los reyes se enfrentaron a la compleja decisión de enviarla fuera de España para que recibiera una educación rigurosa, acorde con los desafíos que tendrá cuando asuma su rol como monarca. Fue enviada al internado UWC Atlantic College de Gales, en el Reino Unido, donde obtuvo su título de bachiller internacional. Según los medios europeos, no recibió trato privilegiado y estudió con otros de la realezas, así como con hijos de millonarios. Compartía dormitorio con otras compañeras, hacía su cama, madrugaba y solo podía ir a casa dos veces al año.
Al cumplir 18 años, la primogénita de los reyes ya estaba de regreso en España, pero no se fue de fiesta con sus amigos a celebrar la mayoría de edad, sino que asistió a una importante ceremonia que se convirtió en evento nacional. Fue proclamada oficialmente heredera ante las Cortes. Ese día se dio a conocer que la Fábrica Nacional de La Moneda y Timbre- Real Casa de la Moneda lanzaría una moneda de colección de 40 euros como tributo a la futura soberana.
Leonor de España recibe exigente formación militar en tierra, mar y aire
Antes de graduarse en la escuela británica, donde perfeccionó el idioma inglés, sus padres ya habían determinado el camino que seguiría. Finalmente, se hizo oficial que tendría la misma formación militar que había tenido su padre 40 años atrás, cuando también era príncipe de Asturias y heredero del trono español.
Por eso, mientras sus compañeros de colegio acudieron a tradicionales y costosas universidades en el mundo, ella ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza. En una emotiva ceremonia, la princesa recibió el sable que simboliza no solo su rol militar, sino también su entrega a los valores que definen a las Fuerzas Armadas españolas: honor, valor y lealtad.
La primera parte de la formación fue en tierra y en ella, asumió duras tareas relacionadas con fuerza y resistencia. La prensa española registró que se le vio cargar su arma al hombro, junto con una mochila de no menos de 20 kilos; practicar ejercicios de simulacro y deportes militares (orientación, patrullas de tiro, pentatlón militar y concurso de patrullas, defensa personal y equitación). Además, debió dormir ocasionalmente a la intemperie.
Terminada su etapa en tierra, comenzó su fase como guardiamarina en la Armada en la Escuela Naval de Marín.
Fue así como en enero pasado salió de Sevilla, España, a bordo del buque Juan Sebastián Elcano, en calidad de cadete, junto con 76 jóvenes marineros que también están preparándose en esta área. Durante seis meses, la princesa estaría fuera de su futuro reino y alejada de su familia.
El buque, que lleva casi cuatro meses en altamar, desembarcó en los puertos canarios Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas antes de trasladarse a América.
Leonor de Borbón desembarca como cadete en Cartagena y Santa Marta
En febrero, la princesa y sus compañeros llegaron a Salvador de Bahía, en Brasil; luego arribaron a los puertos chilenos de Punta Arenas y Valparaíso.
El pasado fin de semana, la icónica embarcación atracó en Panamá. Hasta allí llegaron, de sorpresa, algunas madres de los cadetes, para celebrar el día con sus hijos (en España, la festividad de la madre fue el pasado 4 de mayo). La reina Letizia y su hija protagonizaron un encuentro emotivo, después de casi cuatro meses de no verse.
El 6 de mayo, después de dejar el Pacífico, el Elcano llegará al Caribe y su siguiente parada es justamente este viernes 9, en Cartagena.
No será un viaje oficial, teniendo en cuenta que se trata de la tradicional visita del buque-escuela a la ciudad. Sin embargo, es claro que no se puede desconocer que la heredera al trono español está a bordo. Se sabe queun grupo de niños de la Escuela de Música Puerto Azul, de la Fundación Puerto Colombia (FPC) le dará la bienvenida con una presentación musical. Será la única actividad notoria en torno a la princesa, quien estará en La Heroica hasta el lunes 12 y mantendrá un perfil bajo, acorde con las actividades propias de su rol como cadete.
Como ha ocurrido en las otras paradas, los marineros realizarán actividades relacionadas con su entrenamiento, supervisadas por autoridades españolas y locales, y tendrán tiempo para descansar, conocer la ciudad y hacer compras.
Cartagena no será la única ciudad colombiana donde el Elcano se detenga.El martes 13 de mayo retomará su ruta hacia Santa Marta, donde se espera que la misión haga una escala de varios días antes de zarpar hacia Santo Domingo, capital de República Dominicana, a donde llegará el 19 de mayo.
La siguiente y última parada para Leonor será en Nueva York, la primera semana de junio. Luego sus compañeros regresarán a bordo del buque a España, pero ella volará para seguir su preparación castrense. Durante un mes se embarcará en una fragata.
Después, su alteza real de Asturias, como se le denomina más frecuentemente, se convertirá en alférez alumna en la Academia General del Aire de San Javier, donde recibirá capacitación para volar. De esta manera, tendrá el conocimiento y entrenamiento necesarios para asumir, en su momento, como capitana general del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire, máximo rango militarde las Fuerzas Armadas, que le corresponderá como reina de España.