El intérprete vallenato Silvestre Dangond y el acordeonero Juancho de La Espriella se reencontraron el año pasado el álbum ‘El último baile’. La dupla musical que estuvo junta por una década y se separó en el 2012 le cumplió un anhelo a su fanaticada al volver a grabar. Para los dos este era el momento y no antes, Silvestre en diálogo con Vea ite que el álbum no solo evidencia la madurez musical, sino la personal. Ninguno de los dos es el mismo que cuando se separaron. Sus personalidades han evolucionado y los dos individualmente se han trazado metas espirituales.
Para Silvestre el aspecto familiar es importante, de hecho en el más reciente álbum hay una especie de homenaje a su padre, famoso como El Palomo. Se trata de la canción ‘Secreto raro’, que cuenta con la interpretación de su progenitor. “Honrar a los padres es desbloquear muchas cosas a nivel del universo. Y creo que tuvieron que pasar muchos años para que lo entendiera, que sin él (mi padre) esto no estaría pasando … Es una forma de agradecimiento”, mencionó Silvestre.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEl álbum que es sin duda un testimonio de que el pasado ha sanado y llega en un momento en que los dos trabajan y se dedican a sus carreras, pero priorizan otros aspectos de sus vida. La búsqueda o el interés por agradar a otros parece haber quedado atrás, de hecho el álbum mismo es la respuesta a un deseo que tenían.
“El álbum no busca competir con nadie, ni llenar expectativas comerciales. Su propósito es emocional, genuino. Es un proyecto nacido del deseo, no de la necesidad”, asegura Dangond. Por su parte, Juancho confiesa: “Primero nos dimos gusto nosotros, sabiendo que al hacerlo también le daríamos una alegría inmensa a millones de seguidores que soñaban con este reencuentro”.
Silvestre Dangond ha cambiado su vocabulario
Espiritualmente ha habido un cambio en Silvestre que él mismo detalla. “Yo creo que todo el tiempo estamos en búsqueda, muchas veces se acierta, otras veces no. Nunca voy a dejar de de buscar y de encontrar porque cada vez que voy buscando, encuentro algo, eso me lleva a otra y a otra cosa. Yo la resumo en una siembra constante. Uno nace con todos los sentimientos y uno los alimenta. Entre más siembre unión, respeto, amor, eso basta. En las propias palabras que uno dice y que uno declara , por eso hasta las groserías las he ido sacando poco a poco de mí, de mi, de mi vocabulario. Porque creo 100% en que uno termina condenándose”, mencionó al tiempo que itió que es muy importante disfrutar de lo que la vida le ha dado. “Yo hoy en día disfruto mucho. Disfruto el día a día”. Silvestre no quiere andar de afanes ni expectativas. “He sufrido mucho en la vida, y todavía todavía hay cosas que necesito ir curando y tengo que ir aceptando porque las cosas nunca las vamos a olvidar. Acuérdate. Hay que aceptarlas”.
Juancho de la Espriella prioriza la tranquilidad
Juancho por su parte también está procurando disfrutar con sencillez y tener tranquilidad. “Trato de perseguir la paz y la tranquilidad. Lo que no me da tranquilidad, incluso puede pintarse como algo muy beneficioso o muy bueno económicamente o muy bueno en mi carrera, pero yo quiero estar en paz”; menciona el acordeonero que es consciente de que no siempre es fácil, peor procura hacerlo, “pero por encima de cualquier otra cosa escojo estar tranquilo, estar en paz”.