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“Cupos que cambian vidas”: la iniciativa para una educación inclusiva en Bogotá

Un aula de clase sí puede cambiar la vida de los estudiantes desde jóvenes. Por esa razón, el Colegio Buckingham abrió sus puertas para darles la oportunidad a adolescentes de bajos recursos, y así cambiar sus vidas, su futuro y el de sus familias.

Tomás Tarazona Ramírez
28 de marzo de 2025 - 01:09 p. m.
Un programa de becas abre la puerta para que estudiantes de colegios públicos y privados con baja calidad académica puedan cambiar su escolaridad, futuro y oportunidades a largo plazo.
Un programa de becas abre la puerta para que estudiantes de colegios públicos y privados con baja calidad académica puedan cambiar su escolaridad, futuro y oportunidades a largo plazo.
Foto: Cortesía
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“Becas que cambian vidas” es tan solo una de las frases que el Colegio Buckingham expuso a la hora de dar a conocer su nuevo programa. Se trata de una iniciativa de avanzada, que otorga becas a alumnos que, en toda su niñez, no han accedido a educación de calidad y que ahora tendrán el chance de cambiar su futuro.

A inicios de 2025 la institución, reconocida por estar en el ranking de excelencia educativa en Colombia, presentó su proyecto para abrir becas y cupos a jóvenes de colegios en Bogotá y así demostrar que la desigualdad también se puede combatir desde el sector privado.

El programa consiste en escuchar las historias de cientos de jóvenes que, durante todas sus vidas, han convivido con bajos recursos y, dependiendo de su talento y proyecciones a futuro, otorgarles becas en una institución que es considerada hoy como el cuarto mejor colegio de Bogotá, según el ranking de Colsapiens, una consultora de investigación.

“No es un secreto que Colombia es el segundo país más desigual de Latinoamérica, ni tampoco que las oportunidades recaen en las mismas familias y sectores de siempre. Eso dificulta la movilidad social y limita el sueño de cualquier padre de ver que sus hijos, cuando grandes, logren más de lo que ellos pudieron. Hacer un programa de este tipo no nos cuesta mucho: darle un cupo, un pupitre a un estudiante, aunque parezca poco, puede cambiarle la vida y reafirma nuestro compromiso por la igualdad en Colombia”, explicó a El Espectador Juliana Salazar, rectora del colegio.

A inicios de 2025, Salazar llegó a la junta directiva con una idea que, aunque necesaria, no ha tenido mucha implementación en el país: la inclusión y reducción de desigualdades sociales. La rectora defendió que un cupo o una beca puede cambiar la vida de un joven, una familia y, por qué no, del país en el futuro. La apuesta es innovadora, pues informes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) demuestran que en Colombia se necesitan 11 generaciones (330 años) para que una familia salga de la pobreza.

Sin educación de calidad, los jóvenes no tendrían oportunidades de crecer en el futuro y sin esa posibilidad, lo más probable es que el 80 % de los estudiantes en Colombia, que hoy se forman en instituciones públicas o sin excelencia académica, sigan en la espiral de vulnerabilidad y barreras para subir en la pirámide social.

“Sabemos que la educación pública es buena. Las universidades y pruebas así lo demuestran. Pero hay un problema gigante: es mucha competencia y demasiados candidatos para tan pocos cupos, sin mencionar que el 50 % de las familias colombianas están en la informalidad y eso les dificulta un crédito para que su hijo acceda a universidades. Desde acá proponemos un programa donde esos jóvenes puedan estar en nuestras aulas, ser excelentes estudiantes, personas aún mejores, y cuando acaben el proceso, puedan arrancar desde la misma línea de partida cuando sean profesionales que quienes sí tuvieron el privilegio de estar en colegios y universidades privadas”, comenta Salazar.

Becas y oportunidades de oro

El propósito del proyecto no solo consiste en dar oportunidades a estudiantes que no han conocido lo que es cursar en una institución privada y llena de alicientes. En el currículo, por ejemplo, hay programas y asignaturas que, además de brindar el contenido estipulado por el Ministerio de Educación, preparan a los jóvenes para un “futuro incierto”, como lo denomina Salazar.

Solo por mencionar un caso, dentro de la institución los alumnos podrían certificarse en otros idiomas, como inglés o francés, lo cual no es muy recurrente en las instituciones públicas y se demanda cada vez más en el ecosistema laboral. Además, “creemos que la programación es un conocimiento clave para el futuro de la educación y del mundo, y también la ofrecemos. Allí estaríamos hablando de un ´cuarto idioma´ que les daría muchas más herramientas a los muchachos”, comenta la rectora.

Pero en las aulas también hay espacios para que los niños, desde pequeños, puedan construir un proyecto de vida y empezar a trabajar en él, como lo es el diseño e implementación de emprendimientos que, una vez graduados de bachilleres, pueden poner en práctica y costear sus vidas gracias a esos conocimientos.

Para Salazar, el programa también le apuesta a disminuir la segregación y exclusión que se vive en Colombia. “Las becas y los cupos, estamos seguros, no solo cambian la vida de quienes las ganen, sino de nuestros estudiantes que conocerán las historias de una población que no conocen. Esto también es educación: romper estereotipos y adquirir conocimientos de otras realidades”, añade.

La rectora y líder del proyecto no descarta que este programa sea implementado en otros colegios o instituciones. “El impacto podría ser transformador y, como un siguiente paso, se podría replicar en oportunidades de a universidades, tanto públicas como privadas que logren que todos tengan educación de calidad. Debemos, desde el sector privado, contribuir a derribar las barreras y crear un entorno equitativo para el futuro de cada uno”, acota.

El proyecto está dirigido a jóvenes de siete a 15 años que hayan cursado hasta 8°, tengan un nivel básico de inglés y superen pruebas académicas y psicológicas junto a una entrevista familiar. Las becas cubren parcialmente el costo de la matrícula, pensión y, asegura Salazar, serían renovables dependiendo del rendimiento de los alumnos.

Si está interesado, tiene hasta el 20 de abril para postularse y puede hacerlo a través de la página web del Colegio Buckingham buscando el Programa Creer en Colombia.

Tomás Tarazona Ramírez

Por Tomás Tarazona Ramírez

Periodista de investigación con énfasis en conflicto, memoria y paz.[email protected]

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