Medimás y Electricaribe: similitudes

José Roberto Acosta
16 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
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Tanto Cafesalud EPS como Electricaribe entraron en causal de disolución por insolvencia patrimonial y, posteriormente, estas dos entidades privadas recibieron créditos del gobierno con recursos de todos los colombianos: 200.000 millones de pesos, que el Fosyga le prestó a Cafesalud y 455.000 millones de pesos, que el Fondo Empresarial de la Superservicios entregó a Electricaribe.

Estas inyecciones de capital público han tenido como propósito embellecer tan ruinosas empresas privadas para que sean readquiridas nuevamente por inversionistas particulares, socializando sus pérdidas y riesgos financieros.

Coincidencialmente, en estos dos negocios participan los banqueros de inversión Lazard, investigados en Europa por delicados conflictos de interés y reprochados en Colombia por la vergonzosa valoración para feriar UNE. En Electricaribe, Lazard hizo llave con la firma de abogados Brigard & Urrutia, tristemente célebre por contar dentro de sus profesionales con el hermano del violador y asesino de la niña Yuliana Samboní. En el negocio de venta de Cafesalud, Lazard coincide con la firma Posse Herrera Ruiz, que se comprometió a que los compradores de Cafesalud cumplieran los requisitos exigidos, pero que hasta la fecha parecen haber omitido la exigencia de certificar experiencia en aseguramiento de salud.

Los dueños de Medimás pagaron a Lazard una comisión equivalente al 1 % de los 1,2 billones de pesos que ofertaron como precio por los cinco millones de afiliados que tenía Cafesalud y de los cuales han pagado menos del 5 % e incumplido las tres últimas cuotas, desde abril pasado. Por si fuera poco, Medimás acaba de radicar un cobro a Cafesalud por 475.000 millones de pesos y que pretende descontar de los 1,2 billones de pesos ofertados inicialmente, confirmando que dicha oferta fue inflada. ¿Por Lazard?

Y como también es grave la insolvencia de varias EPS, como Coomeva y Savia Salud, que necesitan capitalizarse y nadie les presta dinero, entonces tramitan con mensaje de urgencia en el Senado el Proyecto de Ley 215, buscando desviar temporal y parcialmente los recursos del seguro del desempleo, definido en el artículo 6 de la Ley 1636 de 2013, para el saneamiento de pasivos de estas empresas quebradas.

Esta bomba de tiempo en la salud pública, que Procuraduría y Contraloría detectaron, explotará en el próximo gobierno, haciendo inminente la intervención forzosa de la Superintendencia de Salud para evitar más daño. Este imaginativo modus operandi prueba que no hay nadie más socialista que un capitalista quebrado.

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