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En respuesta al editorial del 9 de mayo de 2025, titulado “Un nuevo papa a imagen de Francisco”.
Cuando se anunció la tan esperada elección de nuevo papa que habría de reemplazar al carismático Francisco, pareció generalizada la aceptación por la escogencia del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost.
Muy pronto la aceptación se convirtió en alborozo, especialmente en los países latinoamericanos por su origen misionero en tierras peruanas, y en general por su selección del nombre de León XIV, que significa el ofrecimiento de continuidad del legado de León XIII (1878-1903) por una iglesia progresista orientada a la justicia social.
Mientras escuché y leí el historial que nos ofrecían los medios y los expertos “vaticanólogos”, compartí la misma sensación de alivio y satisfacción, hasta cuando oí de alguno de tantos, que el nuevo papa era arzobispo de Boston, lo cual no parece ser cierto, según la biografía publicada en la página Infovaticana. Esta información, cierta o no, me originó algunas sombras, pues saltó a mi memoria la película En primera plana (2015). En este filme, premiado con el Óscar a mejor película, se recrea el trabajo de la unidad de investigación del periódico The Boston Globe sobre las acusaciones, surgidas en 1996, que recaían sobre el padre John. J. Geoghan, sacerdote católico romano, de abusar sexualmente a niños en parroquias de Boston durante la década de 1980, y sobre la complacencia de la Arquidiócesis en cabeza del cardenal Bernard F. Law, quien se negó a afrontar el caso, generalizándolo y trivializándolo.
El padre Geoghan, tras ser trasladado entre varias parroquias y haber sido retirado en 1993, a raíz de las denuncias del The Boston Globe, fue juzgado y condenado en febrero de 2002 y fue asesinado en prisión el 22 de agosto de 2023.
Pues bien, estas sombras me llevaron a buscar y confrontar fechas del supuesto arzobispado de Prevost en Boston para saber si le correspondía parte del encubrimiento al padre Geoghan. No coinciden fechas ni hechos. Pero hacia las cuatro de la tarde encontré en la página antes mencionada —Infovaticana— una nota del 2 de abril de este año, es decir, solo 36 días antes de su nombramiento como papa, en la cual se daba cuenta de una denuncia presentada ese día por la “Red de Sobrevivientes de Abuso por Sacerdotes” (SNAP), ante el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, contra el Cardenal Prevost, por encubrimiento al padre James M. Ray por abusos sexuales a niños. Vuelto a buscar esta noticia hacia las diez de la noche para escribir esta nota, no la encontré. Fue rápidamente borrada.
Nada conveniente esta desaparición, cuando el encabezado de la página reza con sabiduría: “No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado” (Lucas 8, 17). De hecho, ya la SNAP y otras organizaciones difunden estas y otras denuncias.
Sombras que se convierten en nubarrones, para una iglesia que no logra escapar de los eternos hechos de pedofilia y a sus encubrimientos y protección a los pedófilos.
Nota del editor: En efecto, no es cierto que Robert Prevost haya ejercido como arzobispo de Boston. Si bien este diario no pudo verificar que infovaticana.com hubiera eliminado una noticia sobre el presunto encubrimiento de Prevost, sí encontró un informe al respecto alojado en dicha página.
Por Iván Gutiérrez Isaza
