
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Vaya coincidencia: tanto alias Iván Mordisco, líder del Estado Mayor Central y responsable de múltiples crímenes, como un programa de RTVC, Sistema de Medios Públicos pagado con los impuestos de los colombianos, decidieron hacer un homenaje a Manuel Marulanda, más conocido como Tirofijo. Que un delincuente decida hacerlo es comprensible: después de todo, el Estado Mayor Central sigue buscando inventar traiciones para justificar el sufrimiento que sigue sembrando entre los colombianos. Pero que se haga desde la televisión pública colombiana debería, cuando menos, llevar a una reflexión: ¿por qué utilizar recursos públicos para exaltar a un personaje que murió después de años de causar terror, sembrar zozobra y ser culpable de miles de asesinatos y secuestros?
Tenemos que ser claros. El proceso de paz abrió la puerta para que los excombatientes de las FARC hicieran parte del debate político y se reincorporaran a la vida social en paz. Eso no se pone en duda. El Partido Comunes tiene todos los derechos de exaltar sus propias imágenes y construir los relatos que desee en torno a sus figuras. Sin embargo, que las FARC hayan firmado un acuerdo de paz no significa que se borren todos los crímenes que cometieron, ni mucho menos que un personaje tan nefasto para la historia de Colombia como Marulanda merezca ser exaltado. Por eso es tan extraño que El calentao, un programa de Señal Colombia, haya hecho un especial en conmemoración a su muerte. El tono empleado distaba de ser una reconstrucción del relato histórico, y más bien coqueteó con el revisionismo.
Basta con ver el fragmento que se volvió viral en redes sociales. El periodista William Parra, mostrando a Marulanda en un momento de tranquilidad, dijo: “Muy linda la imagen de Marulanda, me van a acusar de muchas cosas, muy tierno hablando con un pajarito. ¿Quién se imaginaba eso?”. Esto en el marco de conversaciones con la senadora Sandra Ramírez, quien fue pareja de Tirofijo. Insistimos: Ramírez está en todo su derecho de mantener recuerdos positivos de su expareja, pero que la televisión pública se haga eco de esas posturas deja muchas preguntas en el aire.
Las veces que hemos levantado críticas contra el manejo de RTVC, nos han respondido que quizá no nos gusta la diversidad informativa; que nos molesta que un canal como Señal Colombia tenga impacto político. El presidente Gustavo Petro ha dicho en varias ocasiones que el canal oficial es un mecanismo para difundir “la verdad” frente a supuestas conspiraciones que existen contra el Gobierno. Si el contenido que se presenta en el canal es de tal importancia, ¿cuál es la justificación de homenajear a un criminal que tanto daño hizo? ¿Cómo les aporta eso a las víctimas que todavía esperan reparación? ¿Qué mensaje se les envía a los de la fuerza pública que sufrieron durante décadas la crueldad de las FARC? ¿Esos son los mensajes esenciales que la televisión pública debe promover?
En Colombia hay libertad de expresión, por supuesto. Empero, los colombianos merecen entender las decisiones que se toman con sus impuestos. Frente a un homenaje de este estilo se necesitan respuestas.
¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a [email protected]
Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.
