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Historias de invasiones y pérdidas

Sandra Vilardy
21 de mayo de 2025 - 05:05 a. m.
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Permítanme contarles una historia no muy conocida. Durante mucho tiempo, la Ciénaga Grande de Santa Marta fue reconocida como una de las despensas pesqueras más importantes del país, no solo por la variedad de peces, sino también por las ostras, camarones y jaibas que allí abundaban. En 1969, la Corporación del Valle del Magdalena y el Sinú reportó 27.000 toneladas de pesca y, según el Inderena, entre 1970 y 1975 la Ciénaga suministraba el 70 % de los recursos pesqueros del Caribe colombiano, cubriendo la demanda local y abasteciendo los mercados de ciudades cercanas, del interior del país e, incluso, exportando ostras hacia la Florida.

Sin embargo, en las décadas siguientes la pesca se fue reduciendo drásticamente debido a varios factores que se retroalimentaron negativamente. La construcción de la vía Ciénaga-Barranquilla cerró cuatro de las cinco bocas que conectaban la ciénaga con el mar, entonces los peces ya no encontraron sus rutas migratorias para entrar y salir. El bosque de manglar fue objeto de extracción comercial de madera y, simultáneamente, un carreteable bloqueó las entradas del agua del río Magdalena hacia su delta tradicional. Entonces el sistema se hipersalinizó, convirtiéndose en un delta moribundo. Para 1987 ya se habían perdido 20.850 hectáreas de manglar y tan solo se reportaban 1.785 toneladas de pesca, una disminución cercana al 90 % de la pesca en tan solo dos décadas, todo un colapso económico, además del ambiental.

Para enfrentar esta crisis, el gobierno nacional gestionó recursos con el Banco Mundial y la cooperación alemana para el primer gran proyecto de rehabilitación de un humedal, denominado Prociénaga. Unos de los componentes más importantes fueron las obras de rehabilitación de caños para que el agua dulce volviera a entrar desde el río Magdalena, lavara la salinidad acumulada y, de esa manera, permitiera la recuperación del manglar. Los caños Clarín Nuevo, Torno, Almendros y Alimentador fueron reabiertos en 1996 y, en 1998, los caños Aguas Negras y Renegado, en los cuales se construyeron esclusas para controlar el flujo del agua, pero nunca funcionaron.

Un diseño hidráulico bien intencionado, pero al que le faltó escuchar a los pescadores e integrar la complejidad ecológica. Con la entrada del agua dulce disminuyó definitivamente la salinidad, pero con el agua entró también la tilapia –una especie introducida– y grandes volúmenes de sedimentos (910.000 toneladas/día) equivalentes a llenar aproximadamente 243 piscinas olímpicas de sedimentos diariamente. Estos sedimentos modificaron para siempre la profundidad de la Ciénaga Grande, sepultaron los valiosos bancos de ostras que tenían un valor comercial mucho mayor que la tilapia, que entró para quedarse de manera intermitente.

Actualmente, estamos observando la invasión de un grupo de especies acuáticas cuya verificación está en curso. Son extensas praderas que prosperan con el agua dulce, pero cuando entre el agua salada, como es normal por temporadas, inevitablemente morirán, empezarán a descomponerse, agotarán el oxígeno de las ciénagas y, probablemente, desencadenarán mortandades de los pocos peces que quedan.

Desde el 2021, cursa una acción popular en el Tribunal istrativo de Cundinamarca interpuesta sobre un proyecto de más de 70 mil millones de pesos para dragar más caños en la ciénaga sin los debidos modelos, sin aprender del pasado, sin escuchar a los otros. En medio siempre quedan los pescadores y sus familias, perdiendo su pesca, sus ingresos económicos, la calidad ambiental de sus ciénagas y su futuro.

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Carlos Ariel Naranjo(00643)24 de mayo de 2025 - 07:15 p. m.
Y qué tal investigar a los genios que construyeron esa vía Ciénaga - Barranquilla sin tener en cuenta las consecuencias? Eso es un delito de marca mayor!!!
Jorge E Gómez Ospina(84283)22 de mayo de 2025 - 01:58 a. m.
¡Qué tristeza por este país manejado con tanta ineptitud! Muy interesante artículo, gracias.
Cordillerano(64187)22 de mayo de 2025 - 12:30 a. m.
Qué extraño que el apestoso sujeto de los pañales "aTENAs" se abstuvo de opinar, el que también es bioólogo y experto en ciénagas, además de hablamierda profesional
Mario Giraldo(196)22 de mayo de 2025 - 12:18 a. m.
La sedimentación busca que esas zonas se puedan anexar a las fincas ganaderas y asi lo que hoy son zonas acuáticas de la nación, quedan en las escrituras de los terratenientes del bajo Boliva
Mario Giraldo(196)22 de mayo de 2025 - 12:10 a. m.
La historia continua con la privatización del rio cauca, y la creación de una represa justo al final del tramo de montaña del rio que impide las subiendas de las Ciénagas y corta el intercambio de peces entre ciénaga y rio, en mas de 70% de la extension del rio.
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