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La trayectoria intelectual de Mario Vargas Llosa ha sido marcada por su coherencia ideológica, centrada en la defensa de la libertad individual, la democracia liberal y, sin importar su signo político, la crítica al autoritarismo. Firme defensor del liberalismo clásico, el nobel en su día expresó su desdén por el término “neoliberal”, considerándolo una etiqueta peyorativa utilizada para distorsionar y desacreditar las ideas liberales. En un ensayo publicado en 2001, Vargas Llosa afirmó: “Decir ‘neoliberal’ es lo mismo que decir ‘semiliberal’ o ‘pseudoliberal’. Es un sinsentido total. Uno está a favor de la libertad o en contra de ella, pero no se puede estar semi a favor o pseudo a favor de la libertad, así como no se puede estar ‘semiencinta’, ‘semivivo’ o ‘semimuerto’”.
Para Carlos Granés, la pérdida de Mario Vargas Llosa es inconmensurable ya que pocas voces contaban con un “recorrido vital suficiente, un bagaje intelectual sólido y principios claros que permitan orientarse en un entorno tan extraño e incierto”. El intelectual mexicano, Enrique Krauze, considera a Mario Vargas Llosa como un gigante de la literatura y como un referente moral y político cuya vida y obra ofrecen lecciones valiosas sobre la defensa de la libertad y la integridad intelectual.
Como lo señala Fernando Araújo Vélez en un artículo en El Espectador (abril 15/25), Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Jean-Paul Sartre y otros intelectuales en 1971 denunciaron públicamente el arresto y la humillación del poeta Heberto Padilla. La detención del poeta y su posterior coaccionada autocrítica, repugnante evento que puso en evidencia el estalinismo que caracterizaba la dirigencia cubana, fueron eventos que marcaron un antes y un después en la relación entre los intelectuales y la Revolución Cubana. Vargas Llosa, que a través de los años ha demostrado su indoblegable carácter frente a los opresores, no vaciló en denunciar públicamente el arresto y la humillación de Padilla. ¿Quién era Heberto Padilla y por qué fue arrestado y posteriormente forzado a una humillante autocrítica? Padilla fue un destacado poeta y periodista cubano, inicialmente simpatizante de la Revolución Cubana, que ganó reconocimiento internacional por su poemario Fuera del juego, en el que expresaba escepticismo hacia la Revolución, criticando la burocracia y la represión cultural, pero fue cuando públicamente leyó su obra Provocaciones, en marzo de 1971, evento que provocó su arresto junto con su esposa, la poetisa Belkis Cuza Malé. Padilla fue detenido por la Seguridad del Estado, recluido en el centro de torturas del régimen y sometido a intensos interrogatorios y presiones psicológicas. En el acto miserable que recordaba los procesos de Moscú bajo Stalin, Padilla fue obligado a realizar una autocrítica pública en la que afirmó ser “contrarrevolucionario” y fue constreñido a denunciar por “debilidades ideológicas” a colegas y a su propia esposa.
Apostilla. El papa Francisco, en su encíclica Fratelli Tutti, no solo destaca la importancia de la iniciativa privada y de la función social de la propiedad, sino que en el 2022 afirmó: “Ustedes son agentes de desarrollo y bienestar. Mediante su actividad generan empleo, innovación, progreso”.
