Los sociólogos, los sicólogos, los gobernantes y los filósofos se preguntan por qué razón los seres humanos, tan divinos, tan evolucionados, somos un desastre social. Nadie encuentra la respuesta, aunque la hemos buscado en el mito, en la ciencia y en la interfase mito-ciencia: fracasamos en lo social porque somos un monstruo, un engendro ángel-simio que no termina de acomodarse en el mundo. Al ángel la tierra le queda estrecha, y al simio el cielo le resulta muy alto.
Cioran propone dos respuestas. La primera viene del mito, de la tensión Paraíso-mundo. Dios quiso sobornar a Adán y Eva con el Paraíso, pero Eva era ambiciosa y...
