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Aunque el CONPES trata de regular de manera integral la política pública de IA, la claridad normativa no siempre garantiza resultados. La gran pregunta es si Colombia podrá superar estas limitaciones y capitalizar la IA como una herramienta para cerrar brechas y no para profundizarlas.

La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad omnipresente en la vida cotidiana de los colombianos (se ha observado recientemente con la tendencia de generar imágenes con el mismo estilo del Estudio Ghibli). Aunque esta tecnología influye en diversas actividades diarias, muchos aún no lo perciben. Según un estudio del Monitor de IA de Ipsos en 2024, el 71 % de los colombianos ite no tener una comprensión clara de lo que es la IA, y el 60 % desconoce qué productos o servicios la incorporan.
Sin embargo, la realidad es que la IA está profundamente integrada en múltiples facetas de nuestra rutina diaria. Al utilizar aplicaciones de navegación como Waze o Google Maps, la IA analiza en tiempo real el tráfico y sugiere las rutas más eficientes y servicios de streaming como Netflix o Spotify emplean algoritmos de IA para recomendar películas o canciones basadas en preferencias anteriores, creando experiencias personalizadas para cada .
El sector financiero colombiano también ha adoptado la IA para mejorar la seguridad y la eficiencia. Muchas entidades bancarias utilizan sistemas inteligentes para detectar transacciones fraudulentas, analizando patrones de comportamiento y alertando a los s sobre actividades sospechosas.
En el ámbito laboral, la IA está transformando la manera en que trabajamos. Un informe de Microsoft y LinkedIn (Work Trend Index 2024) reveló que el 81 % de los empleados colombianos utilizan la inteligencia artificial en sus tareas diarias, superando el promedio mundial del 65 %. Esta adopción se debe, en gran medida, a la necesidad de manejar volúmenes crecientes de datos, responsabilidades y a la búsqueda de mayor eficiencia en los procesos.
Más del 30 % de las universidades en EE. UU. integran herramientas de IA en la enseñanza, según EDUCAUSE (2023) y más del 40 % de las universidades en EE. UU. y Europa ya utilizan IA para tutorías personalizadas, análisis de rendimiento y creación de contenido educativo. Herramientas como Khanmigo (Khan Academy) y Socratic (Google) son usadas por millones de estudiantes.
Según un sondeo realizado por la Federación Colombiana de Software y Tecnologías Informáticas Relacionadas (Fedesoft) en abril de 2024, el 31 % de las empresas de software y TI en Colombia priorizan la Inteligencia Artificial Generativa en sus estrategias comerciales, considerándola clave para nuevos modelos de negocio. Además, el 29 % de las empresas están en fase de experimentación activa con esta tecnología, lo que refleja una tendencia creciente hacia su adopción.
En el sector de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), una encuesta de Microsoft reveló que el 77 % de las Pymes colombianas ya implementan o tienen la intención de usar IA en sus operaciones. Las empresas nativas digitales lideran esta adopción, con un 73 % integrando soluciones de IA en sus procesos.
A pesar de su creciente presencia, la percepción de la IA entre los colombianos es ambivalente: según un estudio de la consultora SMC Digital Public Affairs, el 57 % de los colombianos confía en empresas que usan IA, lo cual demuestra que todavía queda un camino por recorrer para generar confianza en la ciudadanía.
Como se observa, las transformaciones alrededor de la IA son innegables y, a diferencia de otras tecnologías, la IA ha llegado para quedarse por muchos años. Las áreas más comunes de uso son: automatización de procesos, análisis predictivo, atención al cliente (chatbots) y generación de contenido. PwC estima que la IA podría contribuir con hasta 15,7 billones de dólares a la economía global para 2030. Según Statista, el mercado de la IA superó los 200 mil millones de dólares en 2023, y se espera que alcance más de 1 billón para 2030.
En 2024, más de $ 50 mil millones fueron invertidos en startups de IA, especialmente en IA generativa, robótica e IA médica. Encuestas del World Economic Forum (2024) indican que el 62 % de los s globales sienten entusiasmo por la IA. Pero un 48 % teme por la pérdida de empleos y un 56 % está preocupado por la desinformación generada por IA.
Esto implica profundos retos, no solamente para las empresas del sector privado, sino también para el Estado colombiano, que deberá evaluar cuál es la mejor forma de continuar con la incorporación de la IA en el país, minimizando su impacto en aspectos como el desempleo y aprovechándola para impulsar la competitividad del país en escenarios internacionales.
Para ello, este año se expidió el documento CONPES 4144, que plasma la política pública en materia de IA en el país. A continuación se señalarán los principales aspectos de este CONPES, evaluando si es un instrumento idóneo para el correcto aprovechamiento de la IA.
¿En qué consiste el nuevo CONPES de IA?
El CONPES 4144, denominado “Política Nacional de Inteligencia Artificial”, surge como una respuesta a la necesidad de consolidar y ampliar los esfuerzos previos realizados en torno a la IA. Este documento busca generar capacidades para la investigación, desarrollo, adopción y uso ético y sostenible de sistemas de IA, impulsando la transformación social y económica del país hacia 2030, a través de seis ejes estratégicos:
- Fortalecer la gobernanza y la aplicación de principios éticos en los sistemas de IA.
- Mejorar la infraestructura tecnológica y la gestión de datos.
- Impulsar la investigación, desarrollo e innovación en IA.
- Desarrollar talento digital y capacidades en IA.
- Identificar y mitigar riesgos asociados a la IA.
- Fomentar la adopción de la IA en entidades públicas y privadas.
Cabe aclarar que este no es el primer CONPES de IA en Colombia. En 2019 se publicó el CONPES 3975; sin embargo, este consistía en una política pública más general. A modo de síntesis, tres aspectos clave se destacan al comparar estos dos CONPES:
- Enfoque y alcance: Mientras que el CONPES 3975 integraba la IA dentro de una estrategia más amplia de transformación digital, el CONPES 4144 se centra exclusivamente en la IA, reconociendo su importancia y complejidad, y abordando de manera más detallada sus implicaciones y aplicaciones.
- Gobernanza y ética: El nuevo CONPES pone un énfasis particular en la gobernanza y la ética de la IA, aspectos que, aunque mencionados en 2019, no tenían un desarrollo tan profundo. Esto responde a la creciente preocupación global sobre el uso responsable de la IA y sus posibles impactos en la sociedad.
- Inversión y recursos: La asignación presupuestal casi cuadruplica la del CONPES del 2019, evidenciando un compromiso más sólido del Estado colombiano hacia el desarrollo de la IA. Esta inversión está orientada a fortalecer infraestructuras, fomentar la investigación y desarrollar talento especializado.
¿Cuál puede ser el impacto real del nuevo CONPES?
Aunque los seis ejes estratégicos del CONPES expuestos anteriormente son claros, pueden ser un poco abstractos en el momento de llevarlos a escenarios prácticos más cotidianos y cercanos al ciudadano. Dado que una comprensión más cercana de estos ejes ayudará a entender de mejor manera las razones por las cuales este CONPES es tan relevante para el país, a continuación se presenta una matriz que permite entenderlos mejor y, sobre todo, asimilar cuál sería su impacto para el común de la ciudadanía:
EJE | OBJETIVO | EJEMPLO DE IMPLEMENTACIÓN | IMPACTO PARA EL CIUDADANO |
---|---|---|---|
Fortalecimiento de la gobernanza y la ética en los sistemas de IA | Este eje busca establecer un marco regulatorio sólido que garantice el uso responsable y ético de la IA. Se enfoca en la creación de normativas que promuevan la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de los derechos fundamentales de las personas. | Crear regulaciones que obliguen a las empresas a explicar cómo funcionan los algoritmos de IA utilizados en procesos de selección de personal, asegurando que no haya discriminación por género, edad o raza. | Al contar con sistemas de IA transparentes y éticos, los ciudadanos pueden confiar en que las decisiones automatizadas que los afectan son justas y no vulneran sus derechos. |
Mejora de la infraestructura tecnológica y la gestión de datos | Este eje se centra en desarrollar y optimizar la infraestructura necesaria para el almacenamiento, procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos, fundamentales para el funcionamiento eficiente de los sistemas de IA. | Construcción de centros de datos regionales que permitan a las instituciones educativas y de salud acceder y procesar información de manera más rápida y segura. | Con una infraestructura tecnológica robusta, los ciudadanos podrán disfrutar de servicios más eficientes, como citas médicas programadas automáticamente según la disponibilidad y ubicación, reduciendo tiempos de espera y mejorando la calidad del servicio. |
Impulso a la investigación, desarrollo e innovación en IA | Este eje promueve la inversión en proyectos de investigación y desarrollo que fomenten la creación de soluciones innovadoras basadas en IA, adaptadas a las necesidades específicas del país. | Financiamiento de proyectos universitarios que desarrollen aplicaciones de IA para predecir y prevenir desastres naturales en zonas vulnerables de Colombia. | El fomento a la innovación en IA puede resultar en herramientas que alerten tempranamente a comunidades sobre posibles desastres, permitiendo evacuaciones oportunas y reduciendo pérdidas humanas y materiales. |
Desarrollo de capacidades y talento en IA | Este eje tiene como objetivo capacitar a la población en habilidades relacionadas con la IA, desde niveles básicos hasta avanzados, preparando a la fuerza laboral para los desafíos de la economía digital. | Implementación de programas educativos en colegios y universidades que enseñen programación y fundamentos de IA desde edades tempranas. | Al adquirir conocimientos en IA, los ciudadanos aumentan sus oportunidades laborales en un mercado cada vez más orientado hacia la tecnología, mejorando su empleabilidad y potencial de ingresos. |
Identificación y mitigación de riesgos asociados a la IA | Este eje se enfoca en reconocer y abordar los posibles riesgos que la IA puede representar, como la pérdida de empleos debido a la automatización o la invasión de la privacidad. | Desarrollo de políticas que apoyen la reubicación y capacitación de trabajadores cuyos empleos puedan ser reemplazados por sistemas automatizados. | Al anticipar y mitigar los riesgos de la IA, se protege a los trabajadores de la obsolescencia laboral, asegurando que puedan adaptarse y prosperar en un entorno tecnológico en constante cambio. |
Fomento de la adopción de la IA en entidades públicas y privadas | Este eje busca incentivar la integración de soluciones de IA en diversos sectores, mejorando la eficiencia y calidad de los servicios ofrecidos tanto por el gobierno como por las empresas privadas. | Implementación de chatbots en entidades gubernamentales que atiendan consultas ciudadanas las 24 horas. | La adopción de IA en servicios públicos facilita el a información y la realización de trámites, ahorrando tiempo y recursos a los ciudadanos, y mejorando su experiencia con las instituciones. |
En resumen, la implementación efectiva de estos seis ejes estratégicos tiene el potencial de transformar positivamente la vida de los colombianos, promoviendo una sociedad más equitativa, innovadora y preparada para los desafíos del futuro digital.
Teniendo claros los beneficios,¿cómo abordar los riesgos de la IA?
La Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una herramienta transformadora en diversos sectores. Sin embargo, su implementación no está exenta de dilemas éticos y riesgos que requieren una atención meticulosa. Colombia requiere abordar cuidadosamente cada uno de estos riesgos, para garantizar que la implementación de la IA se realice adecuadamente.
¿Cuáles son estos riesgos y qué medidas tiene el CONPES para mitigarlos? A través de ejemplos concretos, a continuación se verán algunos de estos riesgos y las medidas que trae el CONPES al respecto:
Primer riesgo: la IA como instrumento de discriminación
Varias empresas han implementado sistemas de IA para agilizar sus procesos de selección de personal. Sin embargo se ha descubierto que la IA de estos sistemas puede ser discriminatoria, dado que los algoritmos tienden a favorecer a candidatos masculinos sobre femeninos, debido a que los datos históricos utilizados reflejaban una predominancia masculina en posiciones anteriores. Además, la discriminación también puede darse por factores como la nacionalidad, el nivel socieconómico o aspectos culturales.
Para abordar este riesgo el CONPES enfatiza en la necesidad de fortalecer la gobernanza y aplicar principios éticos en los sistemas de IA, promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas. Sin embargo, aunque se reconoce la importancia de abordar los sesgos, el CONPES podría beneficiarse de estrategias más específicas, como la implementación de auditorías regulares de algoritmos y la creación de comités éticos independientes que supervisen el desarrollo y uso de la IA.
Segundo riesgo: IA como factor de desempleo
Imagine que el día de mañana llega a su lugar de trabajo y, al sentarse en su sitio de trabajo, le entregan una carta de despido. La razón: la empresa ha contratado un sistema de IA que puede hacer su trabajo de manera más eficiente, ágil y con menos errores, además de generar un mayor índice de productividad en general.
Esta es una de las preocupaciones más populares entre las personas, pues se teme que la IA remplace a los seres humanos en actividades laborales y las tasas de desempleo aumenten de manera alarmante. El CONPES propone el desarrollo de capacidades y talento en IA, fomentando la formación en habilidades digitales, para poder contrarrestar este efecto no deseado. Sin embargo, para abordar eficazmente el desplazamiento laboral, sería esencial complementar estas iniciativas con programas de reentrenamiento específicos y políticas de apoyo a la transición laboral, asegurando que los trabajadores afectados puedan integrarse en nuevos roles dentro de la economía digital.
Tercer riesgo: la IA y el uso indebido de los datos personales
El combustible principal de la IA es la información: entre más información se le proporcione, mejores resultados brindará. Sin embargo, esto conlleva un inconveniente y es que muchas veces no se sabe de manera clara como la IA utiliza esta información, sobre todo cuando se trata de datos personales.
Por ejemplo, puede que para todos nosotros sea muy útil una app que a partir de nuestra información personal nos brinde recomendaciones sobre nuestro estado de salud y sirva como un “médico de cabecera temporal” mientras se puede acudir a una clínica u hospital; entre mayor información se le brinde a la app, sus diagnósticos y resultados serán más exactos, de tal forma que la mayoría de personas estarán de acuerdo en compartir información sensible sobre su estado de salud.
En este caso el problema es no saber qué acciones puede realizar la app con esta información o con quién puede compartirla. Si bien las personas están de acuerdo en que la app tenga la información, no les gustará que su información privada en materia de salud la puedan tener la empresa en la que trabaja, su banco o su compañía aseguradora.
Frente a este riesgo, el CONPES destaca la importancia de la gobernanza en IA, lo que implica una gestión adecuada de los datos. Sin embargo, sería recomendable que el CONPES estableciera lineamientos más detallados sobre la protección de datos personales, incluyendo protocolos estrictos de consentimiento informado y mecanismos robustos de seguridad de la información.
Cuarto riesgo: ¿quién es responsable de las decisiones de la IA?
La IA también comete errores y, en algunos casos, estas equivocaciones pueden ser mortales: En 2016 la IA incorporada en un vehículo Tesla no distinguió entre el cielo brillante y un remolque de color blanco, teniendo como resultado la muerte de su pasajero.
Como este caso existen muchos otros, donde las decisiones de la IA generan efectos indeseables, sin que pueda existir un responsable claro que se haga cargo de estos errores. Aunque el CONPES enfatiza en la necesidad de una gobernanza sólida en IA, no incorpora directrices específicas sobre la asignación de responsabilidades en casos de fallos de estos sistemas ni lineamientos o parámetros guía que se puedan tener en cuenta al respecto.
Los anteriores casos son solo algunos ejemplos de los riesgos de la IA que deben ser mitigados por parte de los países. Aunque el CONPES no es una norma obligatoria ni era el instrumento adecuado para abordar todos los riesgos enunciados con sumo detalle, sí es recomendable que estos peligros se aborden desde un enfoque de política pública, teniendo en cuenta su trascendencia para todos los s de la IA.
En conclusión: ¿servirá el nuevo CONPES para modernizar al país?
Colombia enfrenta desafíos significativos en la adopción de la IA. El Índice Global de IA de Tortoise, publicado en 2024, ubicó a Colombia en el puesto 48 entre 62 países evaluados en cuanto a inversión, innovación e implementación de IA, lo cual demuestra que el país todavía debe recorrer un largo camino para implementar adecuadamente esta tecnología y uno de los pasos para seguir recorriendo este sendero puede ser el nuevo CONPES.
La aprobación del CONPES marca un punto de inflexión en la historia reciente de la formulación de políticas públicas en Colombia. Por primera vez, el país asume la IA no solo como una herramienta tecnológica, sino como un motor estructurador de transformación económica, social, institucional y ética. La apuesta es ambiciosa: convertir a Colombia en un referente en el desarrollo, uso ético y sostenible de la IA para el año 2030.
Sin embargo, como se evidenció en este texto, la ejecución de esta política enfrenta múltiples tensiones. El país no parte de cero, pero sí arrastra rezagos históricos en materia de infraestructura tecnológica, formación de talento, gobernanza digital y articulación institucional. La gran pregunta es si Colombia podrá superar estas limitaciones y capitalizar la IA como una herramienta para cerrar brechas y no para profundizarlas.
Aunque el CONPES trata de regular de manera integral la política pública de IA, la claridad normativa no siempre garantiza resultados. Uno de los principales riesgos es que el CONPES se quede como un documento declarativo sin impacto real en los territorios. La historia reciente de políticas públicas en Colombia está llena de planes ambiciosos que fracasan por falta de articulación interinstitucional, seguimiento riguroso o compromiso político real. Si esto llegara a ocurrir con el CONPES 4144, el costo para el país no sería simbólico: sería una pérdida generacional.
El reto más urgente y estructural es la ejecución multisectorial. La IA no es responsabilidad exclusiva del MINTIC o del Departamento Nacional de Planeación, puesto que implica decisiones en educación, salud, justicia, agricultura, seguridad, cultura y ciencia. El documento acierta al reconocerlo, pero aún no se observa un engranaje real entre los ministerios y entidades responsables. Colombia debe pasar de una visión sectorial a una lógica sistémica, con incentivos claros para la colaboración y con mecanismos de vigilancia ciudadana para asegurar resultados.
El segundo gran desafío es evitar que la IA se convierta en un privilegio urbano. Como lo demuestran los estudios más recientes, las grandes ciudades concentran los recursos, la conectividad, el talento humano y los pilotos de innovación. Si no se actúa con decisión, los beneficios de la IA solo llegarán a una minoría, exacerbando la brecha entre centro y periferia. El CONPES plantea como aspectos respecto de la inclusión territorial, pero requiere de programas concretos: laboratorios de IA en zonas rurales, a internet garantizado, contenidos multilingües, formación docente y traducción tecnológica adaptada a contextos diversos.
Desde un enfoque propositivo, hay caminos que pueden potenciar el impacto del CONPES. En primer lugar, la creación de un Observatorio Nacional de Inteligencia Artificial, con participación de universidades, sector privado, ciudadanía organizada y comunidades étnicas. Este espacio podría encargarse del seguimiento permanente a la política, emitir alertas tempranas, evaluar riesgos sociales y generar recomendaciones dinámicas.
En segundo lugar, Colombia debería adoptar una agenda ética proactiva y global, más allá de los mínimos establecidos en el CONPES. En un mundo donde los países están regulando la IA con fuerza (como la Unión Europea o China), Colombia podría posicionarse como líder latinoamericano en ética de la IA, promoviendo normas internacionales, liderando debates multilaterales y asegurando una IA que respete los derechos humanos y la diversidad.
Finalmente, es crucial fortalecer la apropiación social del conocimiento. Una política pública no tiene futuro si no es comprendida y defendida por la ciudadanía. Es urgente que el Estado comunique con claridad qué es la IA, cómo afecta a cada persona, qué decisiones se están tomando y cómo pueden participar en ellas. Desde campañas pedagógicas hasta presupuestos participativos para innovación ciudadana, el enfoque debe pasar de lo tecnocrático a lo democrático.
Colombia no está sola en esta carrera, pero tampoco puede darse el lujo de quedarse atrás. El mundo se está reconfigurando con base en la IA, y la diferencia entre avanzar o quedarse rezagado puede implicar décadas de atraso o desarrollo, retraso fatal en el marco de un mundo globalizado y cada vez más competitivo. El CONPES 4144 tiene el potencial de ser el punto de partida de una nueva etapa para el país, más justa, más innovadora y más tecnológica; pero, como toda gran promesa, depende de que sus principios se conviertan en acción, y su visión en realidad.
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Por Héctor García
