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Día de la Liberación (o de la Maldición)

Héctor Abad Faciolince
06 de abril de 2025 - 05:07 a. m.
“Trump pretende, con sus locos gravámenes, curar un paciente que no estaba enfermo”: Héctor Abad Faciolince.
“Trump pretende, con sus locos gravámenes, curar un paciente que no estaba enfermo”: Héctor Abad Faciolince.
Foto: EFE - KENT NISHIMURA / POOL
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El miércoles pasado, 2 de abril de 2025, el presidente de Estados Unidos declaró: “Este es uno de los días más importantes de la historia americana. Es nuestra declaración de Independencia Económica. Es el Día de la Liberación”. Es bastante rara esta declaración de independencia y de liberación de un país que todos creíamos libre e independiente. Así como Trump con sus emporios y casinos se declaraba en quiebra sin estarlo, ahora declara que el país más próspero del mundo está en la inopia.

Por extraño que parezca, el país más rico del orbe, el que ha usado y abusado de su dominio económico, el adalid del libre comercio desde hace ochenta años, de repente se declara víctima del mundo entero (los demás países no hemos hecho otra cosa que explotarlos a ellos), se convierte a la antigua religión del proteccionismo y decreta un arancel universal mínimo del 10% para todos los países, incluso para islas donde no vive nadie –solo pingüinos– y que no exportan nada.

Para Trump, cuando hay un déficit en la balanza comercial con algún país, es porque ese país le está robando y haciendo trampa a EE. UU., y por lo tanto hay que castigarlo con tasas aduaneras muy altas, hasta del 46 %. Pero incluso cuando hay superávit comercial (como ocurre con Colombia), en tal caso no es que EE. UU. nos robe a nosotros, sino que de todas formas se nos impone la dosis mínima: el 10%. Y además, como obedientemente hizo nuestro Gobierno (así sea una violación al TLC firmado con ellos), deberíamos dar las gracias.

En La riqueza de las naciones, la obra monumental de Adam Smith, se habla de los beneficios recíprocos del intercambio comercial entre los países: “El comercio no solo mejora el bienestar material de los pueblos, sino que tiende a unirlos más estrechamente y a hacer que dependan unos de otros, reduciendo así las probabilidades de conflicto, ya que ningún país desea destruir los beneficios derivados del intercambio con otro”. No soy, ni mucho menos, un experto en economía internacional. Lo que sí puede verse a través de la historia de los países es que el prólogo de las guerras con armas suelen ser las guerras comerciales. Por algo las bolsas de valores del mundo entero habrán tenido esta semana las peores caídas desde el anuncio de la pandemia. Esta guerra comercial declarada por Trump al mundo entero (China acaba de aplicar tasas análogas a los productos norteamericanos; Europa se prepara para hacer lo mismo) no le conviene a nadie. Tampoco a EE. UU. y la pronunciada caída del dólar esta semana parece confirmarlo.

El dios del comercio para los romanos era Mercurio (sus cualidades las asimilaron del dios griego Hermes). Curiosamente en la cultura greco-romana Mercurio y Hermes eran también los dioses de las fronteras, de los viajeros y de los ladrones. Mercurio, al ser un mensajero rápido que iba de un lugar a otro, era visto como un dios errático e inestable, que solo se calmaba cuando se establecían reglas muy claras en los intercambios. Sin el respeto de estas reglas claras, el comercio se perturba e incluso se interrumpe; esto lleva a carestía que luego se acompaña a inflación y a disturbios sociales a gran escala. Más tarde, quienes han instaurado el desorden mundial se proclamarán como los grandes portadores del orden. Los que provocan la guerra se presentan después como pacificadores.

Mucho me temo que este 2 de abril proclamado por Trump (un tipo mercurial, inestable, impredecible) como el Día de la Liberación será recordado en el futuro como un día nefasto para el mundo. Trump pretende, con sus locos gravámenes, curar un paciente que no estaba enfermo. Así, cuando su país efectivamente se agrave, algún desastre mayor se inventará para salvarlo. Quizá Trump tenga razón: el 2 de abril será uno de los días más importantes de la historia americana. Efectivamente –y ojalá me equivoque–, el día en que comenzó la maldición y el derrumbe de la nación que fuera el faro de la democracia en Occidente.

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Juan Rico(8v4qi)08 de abril de 2025 - 06:29 p. m.
Yo no graduaría a Estados Unidos de faro de la democracia en occidente, no sin acotaciones muy necesarias. Es de mal gusto histórico. Pero obviando ese detalle, sí creo que observamos un día que recordaremos por mucho tiempo para mal.
SÓTERO(26571)07 de abril de 2025 - 05:30 p. m.
La fotografía del Trump levantando las tablas es una caricatura muy cómica de Moises con sus tablas de la ley.
Pelagato(41805)07 de abril de 2025 - 01:59 p. m.
A buscar nuevos socios y a comprar colombiano. Sobreviviremos.
NAVY(47439)06 de abril de 2025 - 09:46 p. m.
La izquierda debe estar extasiada; se acaba el intercambio comercial. Nos acercamos a Cuba para aprender como vivir aislados comiendo...
  • Potter 3838(79omw)07 de abril de 2025 - 08:34 p. m.
    Que comentario sin sentido.
  • Juliana Pombo(94626)07 de abril de 2025 - 12:36 a. m.
    En realidad nadie está extasiado, lo que predomina es la in certidumbre y el terror por lo que se viene.
Eduardo Sáenz Rovner(7668)06 de abril de 2025 - 09:32 p. m.
Trump el cepalino...
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