
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El balón de oro vigente es Rodri, un centrocampista (antes llamado volante de marca). De hecho, el centrocampista viene a ser el número ocho de antes, es ese que recupera la pelota pero además tiene ideas. Creo que desaparecieron el cinco (volante de marca raspador) y quedan pocos números diez (volante creativo que no marca ni un cuaderno). Hoy los que quieran jugar en el medio de la cancha tienen que saber quitar y saber crear. Algo parecido pasa con los laterales (antes llamados marcadores de punta): hoy tienen que saber marcar a los rivales, pero, incluso más importante, es que sepan atacar por las bandas en velocidad.
Muchos discutimos la elección de Rodri por encima de Vinícius en la temporada pasada. Los goles del brasileño y su influencia en el Madrid daban para pensar que era el indicado para quedarse con el galardón. Este año Vinícius no ha podido ser el del año pasado y Rodri está lesionado desde hace varios meses, pero los centrocampistas son los que han marcado la diferencia silenciosa en los momentos claves de las grandes ligas y la Champions.
Es cierto que Rapinha y Lamine Yamal han tenido sus episodios de protagonismo en el Barcelona, pero Pedri, el centrocampista, es el eje ofensivo del equipo y lo poco que funciona en defensa. Una vez los rivales superan su línea es difícil que no le causen peligro al equipo culé. En cambio el Madrid no ha podido remplazar a Kross, que se retiró el año pasado y aunque Florentino apostó, desde que eran muy jóvenes, por Valverde, Camavinga o Tchouameni, ninguno ha dado la talla. Bellinhgham en cambio, un centrocampista de corte más ofensivo, aunque no es negado para marcar, ha sido el eje del equipo las pocas veces que ha brillado en esta temporada. El Mancehster City son Rodri y De Bruyne, quien, envejecido, no dio pie con bola en este curso, mientras el PSG con Vitinha y Fabián Ruiz, así como el Inter con Barella, Mkhitaryan y Chalhanoglu como ejes de sus equipos, disputarán la final de la Champions.
Cuando los centrocampistas están bajos de nivel los resultados son pobres. Mire la selección de Colombia: Richard Ríos apareció y fue subcampeona en la Copa América; luego bajó su desempeño y la ‘tricolor’ está en crisis.
Los centrocampistas no son tipos famosos. Se sabe poco de sus parejas o su vida por fuera de las canchas y los niños no tienen ni quieren sus camisetas. Tampoco son los que más dinero ganan, pero hoy más que nunca son los que determinan el rumbo de las cosas. El fútbol de hoy, con un despliegue físico nunca antes visto, necesita futbolistas equilibrados, que marquen el ritmo, sean el primer pase y organicen la recuperación de la pelota tras perderla. Esos futbolistas son los centrocampistas, que merecen mayor reconocimiento
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
