{ "@context": "https://schema.org", "@type":"Organization", "name":"El Espectador", "url":"", "logo":{ "@type":"ImageObject", "url":"/pf/resources/images/favicons/favicon-EE-152.png?d=1051", "width":"300" }, "Point": { "@type": "Point", "telephone": "018000510903", "Type": "Servicio al cliente" }, "sameAs":[ "https://www.facebook.com/elespectadorcom", "https://twitter.com/elespectador", "https://www.instagram.com/elespectador/", "https://www.youtube.com//Elespectadorcom?sub_confirmation=1" ]}
Publicidad

Recordando a Gene Hackman

Aldo Civico
04 de marzo de 2025 - 05:05 a. m.
"'The Royal Tenenbaums' no solo fue un gran papel, sino también una despedida inesperada": Aldo Civico.
"'The Royal Tenenbaums' no solo fue un gran papel, sino también una despedida inesperada": Aldo Civico.
Foto: AFP - HECTOR MATA
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Gene Hackman se retiró de la actuación sin despedidas grandilocuentes, sin homenajes orquestados por Hollywood. Simplemente dio un paso atrás, como si estuviera cerrando discretamente la puerta de un camerino tras la última función. Sin embargo, su legado quedó intacto. No hubo una retirada calculada, solo la decisión de dejar de ser observado. Y en el centro de ese desenlace estuvo The Royal Tenenbaums.

Era el año 2001. Hackman tenía 71 años y un peso en la industria que pocos podían igualar. Había sido el Popeye Doyle de The French Connection, había intimidado en Unforgiven, había sido el rostro de hombres duros, fríos, implacables. Pero entonces llegó Wes Anderson y le ofreció un papel que lo cambiaría todo: Royal Tenenbaum. Un hombre encantadoramente irresponsable, un padre ausente con delirios de grandeza y una habilidad innata para la manipulación disfrazada de carisma. Era un personaje que, en otras manos, podría haber sido odiado, pero que Hackman llenó de una complejidad fascinante.

El rodaje no fue fácil. Hackman, acostumbrado a un cine donde los actores improvisaban, donde el guion era una guía flexible, chocó con el meticuloso estilo de Anderson. Años después, el director itiría que Hackman fue el actor más desafiante con el que había trabajado. Pero esa fricción, lejos de debilitar la película, la fortaleció. En pantalla, Hackman no solo actuaba, sino que encarnaba a Royal con una intensidad que traslucía esa lucha entre su estilo y el de Anderson. La crítica lo reconoció. Su actuación fue aclamada y le valió una nominación al Globo de Oro. Pero The Royal Tenenbaums no solo fue un gran papel, sino también una despedida inesperada. Después de esta película, Hackman filmó dos proyectos más, pero su corazón ya no estaba en la actuación. En 2004, anunció su retiro. No hubo discursos ni grandes declaraciones, solo la decisión de alejarse del ruido de Hollywood para dedicarse a la escritura.

La magia de The Royal Tenenbaums es que le permitió mostrar todas las dimensiones de su talento en un solo personaje. Fue su última gran actuación, una especie de canto del cisne que lo presentó a una nueva generación de cinéfilos. Muchos jóvenes lo descubrieron por primera vez en este papel, sin conocer su legado en los 70 y 80. Para ellos, Hackman era Royal Tenenbaum, un personaje cálido y cínico a la vez, un hombre atrapado entre su encanto y sus fallas. Era, en cierta forma, un reflejo de la misma industria del cine: brillante y decadente al mismo tiempo.

Tal vez Hackman nunca pensó que este sería su último gran rol, pero el destino es así: nos deja con finales que no siempre elegimos, pero que terminan encajando perfectamente. Su adiós a la actuación no fue dramático ni calculado, sino natural, como si simplemente hubiera decidido cerrar un libro y empezar otro. Y en ese gesto silencioso, dejó una lección poderosa: saber retirarse también es un arte.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sergio Alfredo CIFUENTES(27010)05 de marzo de 2025 - 12:43 a. m.
Mississipi en llamas otra actuación memorable de Gene Hackman
Mar(60274)04 de marzo de 2025 - 04:56 p. m.
Que bueno que lo traiga a colación. ¡Excelente actor!
María Lucía Caro Caro(6115)04 de marzo de 2025 - 01:33 p. m.
Es un misterio la muerte de esta maravilla de actor, junto a su esposa, mucho más joven que él, y uno de sus perros. Queda uno con la espinita de saber qué pasó en realidad, como si este final inesperado correspondiera a un plan de vida o muerte.
Cordillerano(64187)04 de marzo de 2025 - 01:20 p. m.
Las insípidas columnas de Aldo, basta leer el título y ya se sabe todo, no agrega nada importante, solo rodeos y ningún aporte. ¡Qué perdida de tiempo y de espacio para un buen columnista lo reemplace!!
  • Duncan Darn(84992)04 de marzo de 2025 - 03:30 p. m.
    Escriba ud. algo, cualquier cosa, que sea más interesante que lo que ud. descalifica olímpicamente.
Gines de Pasamonte(86371)04 de marzo de 2025 - 12:30 p. m.
¡Gene Hackman! ¡Qué gran actor! Especulando un poco, una lástima que no hubiese vivido en la época del gran Hitchcock, hubiera “sentado” sin lugar a dudas a James Stewart en la película “Vértigo”, 1958. Además de las señaladas, otras grandes actuaciones en: “Mississippi en llamas” 1988 de Allan Parker, alternando con Willem Dafoe, o “La firma” 1993 de Sídney Pollack, bordando su papel junto a Tom Cruise. ¡Un actor inolvidable!
  • Gines de Pasamonte(86371)05 de marzo de 2025 - 01:09 a. m.
    Carline, muñeca, ¿o muñeco? La filosofía del comentario es, en lo posible, enriquecer el texto del periodista. Si eso te molesta tanto pues...
  • Carlina Moreira(32547)05 de marzo de 2025 - 12:44 a. m.
    Sí, gordo. Ya sabemos que necesitas exhibir tu conocimiento enciclopédico. Pero como buen culturetas, te limitas a enumerar títulos y a estampar signos de exclamación. Qué aburrido, gas.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar