
Hay series que no se ven, se sienten. Que no solo se consumen, sino que se quedan latiendo dentro. Adolescence, la nueva producción británica de Netflix creada por Jack Thorne y dirigida con gran sensibilidad por Philip Barantini, es una de esas experiencias. A lo largo de cuatro episodios, nos invita a asomarnos —sin filtros ni consuelos— a los rincones más oscuros y vulnerables de la adolescencia en tiempos digitales. Y lo hace con una honestidad que, por momentos, duele.
La historia se centra en Jamie Miller, un chico de 13 años acusado de asesinar a su compañera Katie Leonard. Pero esta no es una serie sobre un crimen:...
