
El Kremlin ha abrazado cada vez más al dictador soviético y a su legado, utilizándolos para exaltar la historia rusa en tiempos de guerra, aunque sigue siendo una figura profundamente divisiva en Rusia.
Tras casi seis décadas de ausencia, el rostro de Joseph Stalin, el dictador soviético que no es necesariamente conocido por escatimar vidas para conseguir sus objetivos, vuelve a saludar a los viajeros en una de las ornamentadas estaciones de metro de Moscú.
Las autoridades develaron este mes una nueva estatua, que muestra a Stalin mirando...
Por Ivan Nechepurenko | The New York Times
