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Ludo, un perro que sufrió maltratos y abuso, ha comenzado a superar sus traumas y a confiar en sus nuevos dueños después de ser rescatado y llevado a un hogar lleno de amor. Este proceso de sanación, capturado en un emotivo video, ha conmovido a miles de personas en las redes sociales.
Stefanie Brinkman, de 54 años, vive en Indiana con su esposo Keith y sus dos perros, Ludo y Rosco. Ambos animales llegaron a su hogar después de haber experimentado situaciones muy difíciles. Ludo pasó más de tres años en un refugio tras ser rescatado de un entorno abusivo y negligente. Debido a su miedo profundo hacia las personas, el perro fue considerado “no adoptable” y estuvo a punto de ser sacrificado.
El cambio comenzó cuando la hija de Stefanie, quien era voluntaria en un refugio de animales, le contó sobre un perro blanco que había estado allí por mucho tiempo sin que nadie lo adoptara. Este perro, que finalmente resultó ser Ludo, había sido tan maltratado que no dejaba que lo tocaran, escondiéndose constantemente en las esquinas. Conmovida por la situación, Stefanie decidió acogerlo en su hogar, comenzando un largo proceso de adaptación.
A través de paciencia y cariño, Ludo comenzó a confiar en su nueva familia. En un video compartido en la cuenta de TikTok de Stefanie, se muestra a Ludo acostado en una alfombra mientras ella lo acaricia suavemente. En ese momento, el perro no reaccionó, pero lentamente comenzó a relajarse.
Al final del video, el perro movió la cabeza, mirando a los ojos de su dueña, un pequeño, pero significativo gesto que marcó un avance en su recuperación.
“Después de 3 1/2 años de estar tras las rejas, con abuso y trauma previos, Ludo temía moverse cuando lo tocaban. Pero con el tiempo, comenzó a bajar la guardia, especialmente con las mujeres de la casa”, explicó Brinkman.
La historia de Ludo tocó el corazón de muchos s en las redes sociales, quienes expresaron su iración por el proceso de sanación del perro. Otros agradecieron a los Brinkman por darle una oportunidad y por ser conscientes de que estos animales necesitan tiempo para sanar.
El proceso de adopción también implicó la llegada de Rosco, quien fue rescatado de las mismas condiciones traumáticas. Aunque inicialmente hubo preocupaciones sobre cómo podría afectar el progreso de Ludo la llegada de otro perro, los Brinkman decidieron adoptarlo también. “Ambos se quieren muchísimo y están haciendo un progreso increíble”, dijo Stefanie.
Hoy en día, Ludo y Rosco son inseparables y continúan su proceso de sanación junto a sus dueños. A pesar de sus traumas, su transformación ha sido, según Brinkman, “milagrosa”.
Cada año, millones de animales en Estados Unidos, como Ludo y Rosco, entran en refugios buscando un hogar. Sin embargo, gracias a esfuerzos como el de los Brinkman, muchos animales encuentran una segunda oportunidad. “A pesar de todo lo que han pasado, ahora viven felices, y su historia es una prueba de que el amor y la paciencia pueden hacer milagros”, concluyó Stefanie.
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