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Una megaoperación militar realizada entre las autoridades de Brasil y Colombia en a zona fronteriza del río Puré, en el territorio indígena de Tarapacá, el Amazonas, dejó como resultado la ubicación y destrucción de material usado para la minería ilegal, avaluado en más de cinco millones de dólares. Las operaciones en esa zona, según la fuerza pública, eran adelantadas por el grupo armados Comandos Frontera que, por los negocios ilegales, recibirían, aproximadamente, más de USD$25 millones al año.
¡Golpe binacional a la economía criminal en la Amazonía: $5 millones de dólares neutralizados!
— Pedro Arnulfo Sanchez S. Orgullosamente Colombiano (@PedroSanchezCol) June 1, 2025
No hay lugar donde no podamos llegar para proteger lo nuestro.
Colombia y Brasil desarticulan infraestructura minera ilegal de los criminales ‘Comandos de Frontera’ en una operación… pic.twitter.com/1SHDjNf6Ga
La operación militar se dio en el marco de los acuerdos de cooperación militar que hay entre los dos países. Las acciones fueron lideradas por la Vigésima Sexta Brigada de Selva del Ejército colombiano y contó con el apoyo de la División de Asalto Aéreo, la Fuerza Aérea colombiana, así como las fiscalías de Colombia y Brasil.
En el operativo, fueron destruidas ocho unidades de producción minera ilegal sobre el río Puré, reconocido por el Estado colombiano como sujeto de derechos. La maquinaria, alguna incautada y otra destruida, de acuerdo con la información entregada por la fuerza pública, tiene un valor estimado de cinco millones de dólares.
Dentro del material incautado, hay 34 dragas, 3 balsas cargadas con combustible, 4 botes y cerca de 10.000 galones de combustible, “todos utilizados en actividades de explotación ilícita de yacimientos mineros que estaban generando un grave impacto sobre la flora y fauna de la Amazonía”, según el Ministerio de Defensa de Colombia.
El grupo armado Comandos Frontera era, al parecer, el que se lucraba con estas actividades ilegales. Con la incautación y destrucción de los materiales, las autoridades estiman que la organización al margen de la ley “dejará de percibir aproximadamente 25 millones de dólares al año, al extraer más de 38 kilogramos de oro mensuales".
Para llevar a cabo la operación, ambos países emplearon soldados con entrenamiento especial, aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana y capacidades militares de la Armada de Brasil. También usaron drones, que permitieron evidenciar los lugares donde estaba la maquinaria a ambos lados del río.
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