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Este 28 de abril, desde el centro de Memoria, Paz y Reconciliación, en Bogotá, la periodista Jineth Bedoya anunció a la fiscal general, Luz Adriana Camargo, y al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), que desistió de la investigación que adelanta la Fiscalía en su caso por violencia sexual y tortura, señalando que la falta de resultados ha dejado este delito en “total impunidad”.
La periodista nombró a varios funcionarios públicos, como el entonces director de la Policía Metropolitana de Bogotá, general (r) Argemiro Serna, y el entonces director del Inpec, el general (r) Fabio Campos Silva, y señaló que “hay una lista mucho más larga de integrantes del ejército y de la policía mencionados en un proceso, sin que ningún fiscal los llamara siquiera una vez a declarar en 25 años. Que la historia los juzgue, que la historia los juzgue a ustedes, señores de la fiscalía, porque mi caso hoy muere en la impunidad”.
Jineth Bedoya, durante los 2000, investigaba para el diario El Espectador la guerra interna en la cárcel La Modelo entre guerrilleros y paramilitares, que hicieron del penal prácticamente un campo santo y centro de operaciones de ambos bandos. Para mayo de ese año, Bedoya ingresó a hacer una reportería y fue secuestrada y violada por paramilitares, quienes luego la abandonaron en la vía que conduce a Villavicencio.
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El ineficaz avance de la justicia, que ni siquiera ha logrado condenas por la complicidad de los guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), llevó a que Bedoya presentara su caso ante el SIDH. En 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó a Colombia por el lento avance judicial y le ordenó al Estado continuar, con mayor intensidad la investigación. No obstante, Bedoya renunció a ello este 28 de abril.
La razón está en la inacción del Estado por el caso de Jesús Emiro Pereira Rivera, alias Huevo de Pisca, quien es el único exparamilitar condenado por el hecho y quien debería pagar una pena de 40 años de prisión. Aunque la libertad condicional le había sido otorgada por la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín, la decisión fue revocada a los días siguientes, pero de Huevo de Pisca ya estaba prófugo de las autoridades.
La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) se enteró, por sus medios, de que este criminal está prófugo de la justicia desde hace dos años y medio, y hasta ahora no han recibido información de la propia Fiscalía sobre su paradero.
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Aunque Bedoya anunció la renuncia al proceso investigativo de la Fiscalía, declaró que “no desisto a mi derecho a tener seguridad”, agregando que actualmente sigue recibiendo amenazas de muerte por parte de los autores de su crimen y manifestó que de llegarle a pasar algo, el Estado sería el responsable.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
