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Sobre las 10:00 de la noche del sábado 19 de abril, en el barrio El Rodeo del municipio de Jamundí, se registró el tercer ataque con explosivos de esta Semana Santa en el departamento del Valle del Cauca. Según informaron las autoridades, el ataque fue dirigido a una Comando de Atención Inmediata (CAI) de la Policía Nacional, que sufrió graves afectaciones estructurales por la detonación.
Al escuchar las detonaciones, los habitantes del sector alertaron a las autoridades. De inmediato, unidades extra de la fuerza pública se movilizaron hasta el sitio para verificar la situación. La Policía Metropolitana de Cali, que tiene jurisdicción también sobre el municipio de Jamundí, confirmó que por fortuna no hubo personas heridas ni víctimas mortales; solo importantes daños materiales.
En la noche de este sábado, 19 de abril, se registró una explosión en el barrio El Rodeo, zona urbana de Jamundí, contra un CAI de la Policía que no estaba en funcionamiento. No se registraron heridos. pic.twitter.com/jEkipSpNEv
— Mauricio Vanegas (@Marovaan) April 20, 2025
Este es el tercer ataque con explosivos que ocurre en esta Semana Santa en el Valle del Cauca. Dos de los cuales estuvieron dirigidos directamente a la Fuerza Pública y fueron atribuidos a las disidencias de las Farc, por parte de las autoridades. La situación de seguridad y orden público en todo el suroccidente del país es tan grave, que el pasado Jueves Santo hubo un consejo de seguridad extraordinario, con autoridades del orden nacional y regional, para evaluar lo que ocurre.
El primer ataque de esta semana en el Valle del Cauca ocurrió en la mañana del Martes Santo, 15 de abril. Un grupo de soldados adelantaban labores de patrullaje en el corregimiento de Potrerito, en Jamundí, cuando disidentes de las Farc los emboscaron y activaron un campo minado. El hecho dejó un uniformado herido de gravedad.
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En el mismo sitio del ataque, las autoridades hallaron el cuerpo sin vida del soldado profesional Julio César Vásquez, quien había sido secuestrado el 7 de abril en Santander de Quilichao (Cauca). El general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército, dijo que la muerte de Vásquez habría sido usada como señuelo para perpetrar el ataque.
Luego, sobre la 1:30 de la madrugada del Jueves Santo, habitantes del corregimiento de Robles, también en Jamundí, se despertaron por el sonido de un tatuco que lanzaron hombres no identificados. De inmediato se desplegaron unidades de la fuerza pública para asegurar la zona.
Al mismo tiempo, en el municipio de Dagua, las comunidades alertaron sobre la presencia de un vehículo, al parecer cargado con explosivos. Hasta el sitio llegaron las autoridades para verificar la situación y desactivar la carga.
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Tras el consejo de seguridad adelantado de forma virtual, en el que participaron el ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez Suárez, la cúpula militar y de Policía, representantes de los ministerios de Interior y Justicia, de la Fiscalía General de la Nación, las gobernaciones y alcaldías del Valle del Cauca y Cauca —donde la situación también ha sido crítica—, las autoridades anunciaron que reforzarán la presencia de fuerza pública.
“Vamos a reforzar la inteligencia, la presencia territorial y las operaciones ofensivas contra los grupos criminales que intentan atemorizar a la ciudadanía. Lo definimos en la Cumbre de Seguridad del Pacífico y estamos avanzando en ese objetivo: ¡no daremos tregua en esta lucha!”, dijo en su momento la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro.
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También la Gobernación del Valle del Cauca anunció una recompensa de $200 millones para dar con los responsables de los tres ataques que se habían presentado hasta ese momento. Hasta ahora no hay pronunciamiento oficial de parte de las autoridades istrativas sobre los hechos de la noche del Sábado Santo.
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