
Hoy, para el mundo entero, Shakira es la mujer que ya no llora, la que factura, pero también es y ha sido la que sufre y ama. La que se entrega a ese sentimiento que estremece, que obsesiona, que logra tocar cada fibra del alma. Solo Shakira ha deseado que se vuelvan anticuadas las sonrisas y que se extingan todas las puestas de sol. Que renuncien los filántropos y sabios, y que se escriba una última canción. Que pase todo, menos que le falte la persona que ama.
Óscar Pardo
Solo Shakira aprendió a quitarle al tiempo los segundos y itió ser bruta,...