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¿Por qué este es uno de los mejores carteles de Estéreo Picnic? (Opinión)

El cartel de este año es una joya que espero que los que vayan puedan apreciar.

María Alejandra Medina
27 de marzo de 2025 - 05:21 p. m.
Festival Estéreo Picnic 2025, preparativos y montaje en el parque Simón Bolívar.
Festival Estéreo Picnic 2025, preparativos y montaje en el parque Simón Bolívar.
Foto: Óscar Pérez
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“Muchos te odian, pero yo te amo”. Eso fue lo primero que pensé el año pasado cuando vi el cartel de Estéreo Picnic 2025, que, una vez publicado, no tardó en cosechar el hate de las redes sociales. Era entendible. Las cuentas especuladoras de Twitter se dedicaron en las semanas y meses anteriores a crear falsas expectativas entre los aficionados, que quizá salieron corriendo a comprar su boleta “Creyentes” a partir de eso: rumores.

Cuando se conocieron los nombres de los artistas de esta edición, las cabezas de cartel decepcionaron a muchas personas. Decían que nada relevante está pasando con la carrera de Justin Timberlake o que Shawn Mendes no emociona particularmente a nadie. Sin olvidar la deuda evidente con el hiphop, que se había mantenido al día en años pasados.

Pese a eso, sentí que este podía entrar en la competencia de los mejores carteles del FEP que había visto. ¿Por qué? La respuesta corta podría ser que este contiene a Tool y los otros no. Pero, más allá de eso, me pareció el encuentro entre al menos un par de mundos que he habitado, y eso me bastó.

Uno de ellos es el mundo MTV, el mismo de los discos compactos, originales y quemados, en el que Alanis Morissette era la reina. Sin ella, no habría shakiras ni taylors como las conocemos. Y espero que los que vayan a verla este jueves lo sepan.

En ese mismo mundo, aumentado luego con Youtube, me obsesioné con la banda de Brandon Boyd y también conocí la rareza de Tool, algo que no se parecía a nada que hubiera escuchado antes, que era oscuro, pero placentero. En las horas de internet después del colegio, descubrí, además, que había bandas y artistas conectados entre sí a través de distintos proyectos: Tool me llevaba a A Perfect Circle, y esta, a su vez, a Paz Lenchantin; ella, a Zwan; luego ellos me llevaban de vuelta a Smashing Pumpkins o Pixies, Nirvana, Butch Vig, Garbage... Y así, infinitamente.

Pero ese era otro Youtube, no el de hoy, que ambienta las reuniones de treintañeros y cuarentones en el “smart TV”. En este he podido conocer otro tipo de música nueva, que me emociona. Por ejemplo, la nueva generación de artistas venezolanos que estarán en el festival: Motherflowers, Elena Rose, Danny Ocean, Rawayana con Astropical… lo mínimo que esperaría sería un junte sorpresa para que interpreten “Caracas en el 2000”.

Por otro lado, si bien el nuevo rock argentino no estará igual que en ediciones anteriores, siempre me alegrará ver a una Nathy Peluso en el cartel, y qué decir del par de talentos de Ca7riel y Paco Amoroso, que gracias también a Youtube (quizá tan rápido como nunca antes) llegaron a nuestras vidas.

La firmeza de la cuota tropical, la que en otro tiempo nos consignaban en forma de vinilo y cassette en la casa de los abuelos, esta vez con Galy Galiano, también me encanta.

Fueron muchos los nombres que me entusiasmaron, extranjeros y colombianos, varios que vería por primera vez y otros, dichosa, como por tercera o cuarta: los Hermanos Gutiérrez, Justice, Parcels, Michael Kiwanuka, Ela Minus, Armenia, Oh’Laville… y otros tantos que ni idea, pero que le dan al festival una de sus razones de ser: presentarle a la gente sonidos que no conocía.

En fin, una joya que espero que los que vayan puedan apreciar. Yo, con mi tiquete creyente recién comprado, pensando que el fin de semana de mi cumpleaños se me acabarían los dedos de las manos para contar las ediciones del FEP a las que había ido, ignoraba que ocho meses de embarazo me harían posponer la cita esta vez.

Me río un poquito y me da nostalgia, pero volveré con compañía. Por ahora, a disfrutar, amigos.

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