
Dijeron que era ciego porque “Hómeros” significaba “el que no ve”, y dijeron también que a partir de él y de sus obras, había surgido la literatura. Dijeron que había nacido en la isla de Quíos, en Esmirna, Atenas o Ítaca, y que era una especie de profeta, un oráculo vivo al que iban a consultar los pobres y los no tan pobres, los ricos y los muy ricos, los sacerdotes y la gente de a pie, las mujeres, los hombres e incluso, los niños, y que sus respuestas ante cada interrogante era repetir uno de los tantos versos de “La Ilíada” y “La...

Por Fernando Araújo Vélez
