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Lo que conmueve, revela: “El refugio de los tocados” presenta una nueva temporada

En este pódcast, cada invitado elige una obra —un libro, una canción, una película— y, a partir de ella, se revelan sus miedos, su historia, sus obsesiones. Aquí no solo se habla de arte, sino de cómo el arte nos explica. La tercera temporada comienza con Piedad Bonnett y “Una soledad demasiado ruidosa”, de Bohumil Hrabal.

Laura Camila Arévalo Domínguez
11 de mayo de 2025 - 09:00 p. m.
Lo que conmueve, revela: “El refugio de los tocados” presenta una nueva temporada
Foto: Carlos Eduardo Díaz Rincón
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Hace unos años escuché una conversación sobre un señor que parecía muy importante. Era famoso y gordo y le estaban haciendo un perfil. Más que una conversación, era una discusión: quien estaba leyendo el perfil para corregirlo preguntó: “¿Para qué pone que el señor es muy gordo y que por eso viaja en primera clase? ¿Eso qué importa?”. La que escribió el texto contestó: además de que viaja en primera clase, compra dos puestos, porque no cabe solo en uno. “¿Y?”, le volvieron a preguntar. Pues que tiene plata para comprar dos puestos de primera clase, y tiene plata para comer mucho y para vestir elegantísimo ese cuerpo tan grande y famoso.

Gracias a esa conversación, además de una gran preocupación por la falta de concentración y conversación desde que atravesamos la pandemia, surgió El refugio de los tocados. Lo que dice de alguien el hábito de comprar dos tiquetes en primera clase para viajar es en lo que se fija este pódcast: las razones por las que pensamos lo que pensamos y hacemos lo que hacemos. Y todo esto se descubrirá a partir, o a través, del gusto o la devoción por una obra de arte. Porque lo que nos gusta de esa obra habla de nosotros. Porque lo que elegimos diariamente, lo que compramos, a quiénes amamos u odiamos, habla de quienes somos, de lo que seremos.

El invitado de cada capítulo tendrá que elegir un libro de literatura, un poema, una canción o una película. Después, yo leeré, escucharé o veré esa obra y, basada en esto, escribiré una serie de preguntas con el objetivo de conocer más de esas razones detrás de su vida: intentaré llegar a su intimidad con ayuda de esa obra que lo conmovió.

En la primera temporada, Nicolás Montero dijo que el personaje principal de la novela Bartleby, el escribiente, de Herman Melville, lo hizo cuestionar todas las inercias y los hábitos que consideraba seguros. Recordando las premoniciones que aparecieron en Cien años de soledad, María José Pizarro aprendió a escuchar el cuerpo y contó que su abuela materna sintió que a su hijo lo iban a matar, como después ocurrió.

En la segunda temporada, en medio de una conversación sobre Leer es resistir, de Mario Mendoza, el autor dijo que cuando los humanos no lográbamos brillar por méritos propios, siempre quedaba la opción de victimizarnos, y ahí se lograba el escándalo. “Hay que tener cuidado con la gente que sufre mucho. Quien sufre mucho tiene un ego muy grande, porque si no, ¿dónde le cabe tanto sufrimiento?”. Por su parte, Humberto de La Calle, quien eligió La caída, de Albert Camus, opinó que la política era la metodología más noble, pero también la más abyecta que existía.

La tercera temporada, entonces, abrirá su espectro: además de literatura, también hablaremos de la condición humana, de cómo estos personajes que invitaremos han enfrentado sus vidas con ayuda del cine y la música.

Como dijo Jaime Jaramillo Escobar, “sin poesía, no hay mundo habitable. La poesía es la inspiración de todas las artes, y el arte la más alta forma de expresión. La búsqueda de la belleza es innata al ser humano, como lo muestran las culturas primitivas”, y en este pódcast queremos que la conversación esté atravesada por el arte. Que esté en el centro. Que sea un verso, una estrofa, una frase, una escena, la que inspire las preguntas y respuestas de cada capítulo en el que, una vez más, demostremos que el arte lo cubre todo. El día a día de ese invitado saldrá de su elección, de sus gustos, de lo que le dolió cuando se conmovió. Lo conoceremos a través de sus reflexiones, opiniones, miedos, dolores, inspiraciones y euforias.

Piedad Bonnett será la primera invitada de esta temporada. Eligió Una soledad demasiado ruidosa, de Bohumil Hrabal, una novela existencial, escrita en primera persona, donde el protagonista —Hanta— lleva 35 años triturando libros y obras de arte en una prensa hidráulica. Sin embargo, lejos de volverse indiferente, ha desarrollado una reverencia casi espiritual por la literatura que destruye. Hanta transforma cada bala de papel comprimido en un objeto de belleza, escondiendo entre sus capas fragmentos de pensamiento filosófico, reproducciones artísticas o trozos de civilización.

“Lo elegí porque me parece superoriginal. Segundo, por su enorme sentido del humor. Y tercero, porque en pocas páginas abarca temas muy profundos, como la dignidad del trabajo. Me encanta cómo aborda ese tema. También se mete con Jesucristo y Lao Tse, dos maneras distintas de interpretar el mundo. Es una novela que ofrece una visión sobre la literatura desde la visceralidad, más que desde el conocimiento, desde la pasión”, dijo Bonnett.

A partir de esta lectura y de las razones por las que Hanta leía, ella contó sus propias motivaciones y los detalles de los primeros días en los que su mamá le enseñó a recitar. Hablamos, además, de por qué creía que las otras personas, las que ya lo hacían, llegaban a los libros, y de cómo era que los que no lo hacían podían perderse de ese placer. Opinó sobre la falta de imaginación de algunos que, a pesar de las tantísimas lecturas que tenían en la cabeza, seguían siendo unos dogmáticos, y de la búsqueda incesante de trascendencia de los seres humanos.

Por la capacidad de los seres humanos de convertir el horror en belleza, por las reivindicaciones de los desposeídos, por las venganzas simbólicas en contra de nuestros peores enemigos, por las veces en las que hemos sido los enemigos, por los días en los que la vida nos ha parecido el mayor de los tesoros y por los que no hemos encontrado sentido alguno para levantarnos; por el sufrimiento a causa de las relaciones que nos han sometido, por las veces en las que nos hemos emancipado, por la poesía que le ha puesto palabras a nuestros dolores, por las novelas que nos han revelado que sentíamos eso que no sabíamos que sentíamos, por el cine que nos sacó de nuestras vidas durante un par de horas y por la música, que, al regresar a nuestra rutina, nos devolvió el encanto de asumirla; por conversar, bienvenidos a un capítulo más de El refugio de los tocados.

Laura Camila Arévalo Domínguez

Por Laura Camila Arévalo Domínguez

Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaad[email protected]
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