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“Si Colombia no mejora el recaudo, tendrían que recortar el presupuesto 2025 y enfrentar parálisis en megaproyectos de la Nación”. Así lo dijo el contralor general Carlos Hernán Rodríguez en la 59ª Convención Bancaria de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria).
Durante su charla, el contralor puso el bisturí en las finanzas públicas por la crisis de recaudo que podría convertirse en un efecto dominó en la ejecución del presupuesto.
Según las cifras de la entidad, a 31 de mayo, la ejecución apenas alcanza 30,5 %, y el rubro de inversión se mueve a solo 19,3 % de ejecución. Es decir, el dinero está, pero no se mueve.
Según el contralor, las entidades de gastar siguen sin afinar el músculo operativo. Falta que fluya con eficiencia, en pocas palabras.
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#ConvenciónBancaria | “El déficit fiscal que enfrenta actualmente el país refleja la presión creciente sobre las finanzas públicas y es por esto que reitero el compromiso permanente como Contralor General para ejercer una vigilancia rigurosa de la gestión fiscal de los recursos… pic.twitter.com/7xnyGExDM9
— Asobancaria Colombia (@Asobancaria) June 6, 2025
La DIAN bajo lupa
Rodríguez puso lupa a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), entidad que recauda los impuestos. Según el funcionario, desde 2023 se montó el seguimiento permanente para detallar el comportamiento del recaudo tributario.
Esto fue lo que halló:
- Inconsistencias significativas en declaraciones tributarias y aduaneras.
- Operaciones sospechosas vinculadas con criptomonedas y empresas no reguladas.
- Deficiencias en la trazabilidad de grandes contribuyentes.
El sistema tributario nacional, señala el contralor, tiene fugas. Algunas legales, como la elusión; otras ilegales, como la evasión. Ambas erosionan la capacidad del Estado para financiarse sin endeudarse.
Según cifras del ente de control, la meta del recaudo ($298 billones) propone un aumento de 22,5 % en un año donde el crecimiento nominal apenas ronda 6 %. Para lograrlo, la DIAN tendría que encontrar $40 billones adicionales. Una proeza que, por ahora, se mueve en una minireforma al recaudo.
Hasta abril, se alcanzaron $84,7 billones, apenas 27,6 % esperado para el año. A pesar del crecimiento de 19,2 % frente al mismo periodo de 2024, no es suficiente para garantizar el cumplimiento de las metas.
En febrero, el director de la DIAN, Luis Eduardo Llinás, apuntó que “lo más probable es que se necesite una reforma tributaria para cumplir el plan”: menos carga tributaria sobre empresas y personas jurídicas, más tributos para sectores con baja tributación.
A la par, con la estrategia de una reforma estructural para “obtener un nivel de riesgo de los contribuyentes en torno a la evasión”.
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#AEstaHora | ⚠️ El Contralor Carlos Hernán Rodríguez advierte que el Decreto 0️⃣5️⃣7️⃣2️⃣ de 2025, impulsado por el Gobierno, que adelanta el cobro de retención en la fuente a sectores como energía, oro y gas, puede aumentar el recaudo de 2025 pero afectar gravemente el presupuesto… pic.twitter.com/sgsZ9WqGAh
— Contraloría General de la República de Colombia (@CGR_Colombia) June 6, 2025
Las autorretenciones
Por otro lado, Rodríguez cuestionó el Decreto 0572 de 2025 del Ministerio de Hacienda, que adelanta el cobro de retención en la fuente. Una especie de préstamo a futuro cercano a los $6 billones que trae recaudo en 2025 a costa de los ingresos en 2026.
La génesis del decreto está en el hueco fiscal. El Gobierno viene navegando con un presupuesto de bolsillos apretados, tras aplazar $12 billones por cuenta de la caída de la reforma tributaria.
Para la Contraloría, es crucial tener en cuenta este impacto al formular el marco fiscal de mediano plazo del 2025 y al elaborar el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2026, con el fin de evitar los problemas que se presentaron en las vigencias de 2023 y 2024, dijo el contralor.
Además del riesgo, la Contraloría activó un sistema para detallar la contratación entre el Gobierno y entes territoriales para evitar financias campañas políticas a través de convenios interistrativos.
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¿Qué cambia?
Primero, la retención en la fuente: se baja el umbral mínimo para aplicar retención. Es decir, la retención en la fuente se empezaría a aplicar sobre menores cuantías para servicios de bajo valor. Por ejemplo, para servicios, pasa de 4 UVT (alrededor de $200.000) a 2 UVT. Es decir, más transacciones quedarán sujetas a retención. También se ajustan las tarifas para actividades como compra de café, oro o bienes raíces.
Y en segundo lugar, las autorretenciones: las empresas ahora deberán anticipar una mayor porción del impuesto de renta según su actividad económica. Por ejemplo, la generación de energía eléctrica, que pagaba 2,2 %, ahora pagará 4,5 %. La construcción y el transporte, 3,5 %. Hasta sectores como la cultura, la educación o las funerarias deberán pagar más
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