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En el primer trimestre de 2025, las mujeres en Colombia ganaron en promedio un 7 % menos salario que los hombres, según un reciente informe de Corficolombiana, que confirmó que esta brecha persiste a pesar de que las mujeres presentan niveles educativos y experiencia laboral similares a los de los hombres.
El informe señala que la brecha salarial no puede explicarse únicamente por factores como el nivel de estudios o la experiencia, sino que obedece a barreras estructurales y culturales, conocidas como el “techo de cristal”.
El “techo de cristal”, según Corficolombiana, limita las oportunidades de las mujeres para acceder a cargos de mayor remuneración o ascender en la jerarquía organizacional, incluso cuando cuentan con las competencias necesarias.
Las mujeres en el mercado laboral
Además, el estudio destaca que la participación laboral de las mujeres continúa siendo significativamente menor que la de los hombres, con una diferencia de 23,6 puntos porcentuales.
Mientras el 76,8 % de los hombres en edad de trabajar está vinculado al mercado laboral, solo el 53,2 % de las mujeres lo está. A esto se suma una tasa de desempleo 5,9 puntos más alta entre ellas: 13,9 % frente a 8 % de los hombres.
El documento resalta que las mujeres también enfrentan una sobrerrepresentación en sectores de menor productividad y alta informalidad, como comercio, salud, educación y actividades recreativas, lo que limita su a trabajos estables y bien remunerados.
En promedio, dedican 4,3 horas más que los hombres a tareas domésticas y de cuidado no remunerado, lo que restringe su capacidad para insertarse o mantenerse en empleos remunerados, de acuerdo con Corfi.
Así mismo, el análisis advierte que, en los últimos 18 años, no se han registrado avances sustanciales en estos indicadores, y que las brechas de género en participación, empleo y desempleo siguen siendo persistentes, lo que evidencia que las políticas públicas y las dinámicas del mercado laboral no han sido lo suficientemente eficaces para cerrar estas desigualdades.
Para los autores del informe, esta situación no solo limita el desarrollo profesional y la autonomía económica de las mujeres, sino que también representa una pérdida significativa para el país, pues la baja participación femenina en el mercado laboral reduce el ingreso de los hogares, limita el consumo y la inversión, y restringe el crecimiento económico.
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