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Con las manos en el cemento. Las obras de infraestructura están en vilo, así lo confirma un informe de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI). Sobre la mesa, de nuevo, la baja ejecución presupuestal del Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Aeronáutica Civil (Aerocivil).
Según el gremio, a corte de 30 de abril, el promedio de la ejecución de ambas entidades se registró en 7 %. Un desplome de 5,2 puntos porcentuales frente al promedio de 2024 y 2023.
Con la lupa a distancia, el rubro transportador fue el segundo sector con menor ejecución. Durante el primer cuatrimestre del año, avanzó apenas 11,9 %, de un presupuesto de $15,3 billones, de acuerdo con el Portal de Transparencia Económica del Ministerio de Hacienda.
De continuar así, advierte la CCI, 95 obras estratégicas estarían en vilo: 70 a cargo del Invías y 25 de la Aerocivil.
Este año, el gremio puso alarma en la deuda de $1 billón del Invías a los contratistas del sector, que pondría en riesgo de parálisis a 57 obras estratégicas por el apretado margen de caja de las empresas. Pulla que venía desde noviembre pasado, y que el exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se comprometió a pagar en noviembre de 2024.
Apenas en febrero, la cartera de Hacienda y la Procuraduría anunciaron la transferencia de fondos graduales de febrero hasta abril hasta completar el monto total. “El saldo está al día”, confirmó a El Espectador Juan Martín Caicedo, presidente del gremio.
Las obras regionales son las únicas que sacan la cara en infraestructura. Obras como el Túnel del Toyo, la finalización de las obras en Puerto Antioquia y el viaducto de la Primera Línea del Metro de Bogotá, han impulsado en 3,8 % la dinámica de sector durante el primer trimestre del año.
Sin embargo, Caicedo agregó dos motivos claves para el desplome general del renglón infraestructura: las limitaciones fiscales y la falta de voluntad del Gobierno en la priorización de obras en la periferia.
El gremio no dio respuestas sobre el impacto del reciente Decreto 0572 de retención en la fuente y autorretenciones por el Minhacienda, en la que el Gobierno espera adelantar una parte del recaudo fiscal de 2026 para este año. En este aspecto, el rubro tendrá una tarifa de autorretención de 3,5 % en la construcción de edificios no residenciales, carreteras y vías de ferrocarril.
Además, se fijó un gravamen de 1,10 % por actividades de ingeniería y otras actividades conexas de consultoría técnica, actividades de arquitectura, mientras que el comercio al por mayor de materiales de construcción se fijó en 0,55 %.
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Vías y muelles a la deriva
El mismo portal de Transparencia Económica lo confirma. Hasta abril, el Invías apenas ha ejecutado 5,8 % de su presupuesto de $3,9 billones asignados, una caída de 3,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo a lo largo de los últimos seis años. Ahora bien, frente al año pasado, mejoró 0,3 puntos en los primeros cuatro meses del año.
De los 80 proyectos que componen la inversión en infraestructura, tan solo 8 se encuentran por encima del nivel adecuado, aseguró Caicedo.
Entre los proyectos afectados se encuentran Los Curos-Málaga, Puerto Salgar-San Roque, la variante Calarcá-Circasia, la Troncal del Carbón, la Transversal del Caribe, las Circunvalares de San Andrés y Providencia, Colombia Avanza, entre otros. En suma, apenas superan 0,5 % de ejecución presupuestal.
La intervención de muelles, por su parte, va a la mitad: de los 105 previstos, apenas 57 han tenido desarrollo.
En términos viales, se han intervenido 7.572 de los 33.102, apenas un 22,8 % del total previsto en el avance físico.
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Cielo nublado
La ejecución de la Aeronáutica alcanza 8,2 % de su presupuesto de $3,1 billones para esta vigencia, una caída de 5,8 puntos porcentuales frente al mismo periodo durante los últimos seis años.
Sin embargo, al igual que el Invías, frente al año pasado, subió un marginal de 0,5 puntos porcentuales en este cuatrienio.
El gremio detalla que de los 26 proyectos a cargo de la Aerocivil, solo el mejoramiento de los servicios aeroportuarios del aeropuerto Alfredo Vásquez Cobo de Leticia muestra un avance superior a 11 %. “El resto de iniciativas muestran un tímido 2,7 % de ejecución presupuestal promedio”, subraya.
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Reactivación a medias
El sector apenas levantó cara este año. Luego de tres años complicados para el sector de obras civiles, el primer trimestre de 2025 mostró signos a favor. Según el informe del DANE, el rubro subió 3,8 % frente al mismo periodo de 2024. El dato, sin embargo, esconde un sector constructor con un pie en el acelerador y otro en el freno. Más obras en túneles, mientras los cables y el acueducto se oxidan.
El protagonismo lo ocupan las pistas de aterrizaje, cuya producción creció 207,8 % anual. También los túneles avanzaron con 170,2 % de fuerza. Ambos forman parte del grupo de infraestructuras terrestres, el cual, sin embargo, cerró con saldo negativo de -2,8 % por la caída generalizada en carreteras, puentes y ferrocarriles de -4,9 %, que aportan -2,4 % al total.
Más abajo, en las entrañas de la tierra, las construcciones asociadas a minas y plantas industriales crecieron 61 % anual y aportaron 8,4 puntos porcentuales al índice nacional. Entre ellas, las centrales eléctricas incrementaron su producción en un sólido 73,8 %, mientras las obras en minas subieron 49 %.
Por otro lado, el sector portuario vivió una reactivación poco común: puertos, vías navegables e instalaciones conexas registraron un salto de 87,3 %. Un punto a favor de las nuevas dinámicas logísticas y de comercio exterior.
Ahora bien, las obras civiles acumulan tres trimestres consecutivos en desaceleración. Es decir, empezó con el espejo roto, pues en el retrovisor deja atrás un pico de 16,5 % durante el tercer trimestre de 2024; le siguió un descenso hasta 8,6 % en el último trimestre y ahora un avance de 3,8 %.
Las recomendaciones
El gremio se lanzó por los proyectos privados que no requieren desembolsos públicos, como las iniciativas aeroportuarias El Dorado Máximo Desarrollo —que sumará $9,7 billones hasta 2035—, Ciudadela Aeroportuaria Cartagena de Indias (Bayunca) —con $5 billones— y el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón —con $4,2 billones—.
“Por su naturaleza de iniciativas privadas, no requieren desembolsos públicos y, por consiguiente, reactivarían la economía en el corto plazo sin generar presiones fiscales”, señala la entidad.
Por otro lado, el gremio señaló la necesidad de ajustar la licencia ambiental en el proyecto de al puerto de Buenaventura. “Se requiere avanzar prontamente en la declaratoria de importancia estratégica de este proyecto y comprometer los recursos suficientes (...), mediante el mecanismo de vigencias futuras extraordinarias”, advierte el informe.
El dragado del canal de al puerto de Barranquilla también es una prioridad para el gremio, que suma una inversión de $150.000 millones.
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En términos viales, el proyecto El Estanquillo Popayán, como señaló este diario, la promesa de inversión está en vilo. Juan Martín Caicedo, presidente del gremio, advirtió que aún no cuenta con las condiciones financieras, y que el monto de $2,2 billones de inversión inicial —y que era de $6,6 billones en la promesa— todavía no ha sido ejecutado, solo asegurado. Además, se suma la falta de análisis de riesgos y aprobación de valoración de obligaciones contingentes.
Por último, incluir los proyectos prioritarios en la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo por el Ministerio de Hacienda el 13 de junio de este año.
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