
El título se fue de las manos, como la pesca que, antes de subir al bote, se suelta del anzuelo. Jhon Sevillano abrió la cuenta de Colombia a los 41 minutos, un zurdazo cruzado al segundo palo que prendió la mecha de la ilusión, el sueño latente de que la selección podía lograr su segundo título en el Sudamericano Sub-17, tras el conseguido en 1993.
A Brasil le tomó toda la segunda parte empatar, pero lo logró al minuto 87, con un cabezazo de Angelo Candido que mandó el partido a los penaltis, cobros que fueron demasiado pesados mentalmente...