Sebastián Muñoz, el embajador de Colombia en el LIV Golf

Sebastián Muñoz, golfista colombiano del LIV Golf.

Foto: AP - Pedro Salado/LIV Golf

La razón por la que el LIV Golf ha ganado cada vez más presencia en la agenda colombiana tiene nombre y apellido: Sebastián Muñoz. El bogotano, integrante del equipo Torque GC, — atraviesa un gran estado de forma, es uno de los mejores de la temporada y está en búsqueda de su primer título en el circuito.

Muñoz es el único colombiano que hace parte del LIV y este viernes fue el segundo mejor golfista de la segunda ronda del evento que se celebra en el Club de Golf de Chapultepec, con seis golpes bajo par. Solo Joaquín Niemann, compañero suyo en el Torque, tuvo un mejor desempeño (-7).

Con ese rendimiento, el bogotano de 33 años se trepó a la décima posición de la tabla. Está empatado en dicha casilla con otros cinco jugadores con un acumulado de -5. La ronda del capitalino concluyó con siete birdies y un bogey. Apenas vio inconvenientes en el hoyo 5, con un approach que se le fue largo.

El colombiano mostró una evolución notable respecto a su presentación en el primer día de la competencia, en el que terminó empatado en el puesto T36, con un golpe sobre par. Las sensaciones al final fueron positivas y la ilusión por pelear un mejor lugar en la tabla está más viva que nunca.

Su rendimiento del sábado va de la mano con lo que ha sido su arranque en la temporada 2025 del LIV Golf. En la clasificación anual, Sebastián ocupa la séptima casilla. Sus momentos más destacados hasta ahora han sido el T2 en Riad (Arabia Saudita), más dos top 10 —Hong Kong (China) y Singapur—.

“Él está trabajando muy bien y está teniendo unos resultados espectaculares. Estar entre los diez primeros en esta liga es algo muy bueno y él va a seguir empujando para estar más y más arriba. A mí no me sorprende, es un jugadorazo, es un tipo que ha ganado en el Confer y ha ganado en el PGA Tour”, destacó el español Carlos Rodríguez, mánager de Torque, en diálogo con El Espectador.

Los pasos de Sebastián Muñoz

Mientras Sebastián competía, El Espectador compartió con Ricardo, su padre, al otro lado de la soga que separa a los jugadores de los aficionados. Hablamos un poco sobre los orígenes golfísticos de su hijo, que en concreto se desarrollaron al norte de Bogotá.

Muñoz estudió en el Colegio San Carlos. Como estudiante era uno que se tomaba las cosas con calma, sin estrés. Se formó como golfista unas cuantas cuadras más hacia el occidente, en el Club Arrayanes, donde a veces coincidía con el ruido que generaban los entrenamientos de Millonarios.

Para Ricardo una de las virtudes que caracterizan el juego de su hijo es la serenidad. No se deja llevar por las adversidades que puede enfrentar en la cancha ni por lo que opinan los demás. Sebastián va a lo suyo, a hacer su juego y ser, con humildad, uno más en un roster que incluye a estrellas de clase mundial.

Tras graduarse del colegio se fue a Estados Unidos a estudiar istración de Empresas y Emprendimiento en la Universidad del Norte de Texas. Allí conoció al que sería su mejor amigo en el golf: el mexicano Carlos Ortiz, quien lo alentó a volverse profesional.

Ortiz, dos años mayor que el bogotano, hizo la escala hacia el profesionalismo con escala los torneos universitarios estadounidenses. Muñoz tomó esos resultados como inspiración y tras registrar victorias a nivel estudiantil, luego lo hizo como "pro" en 2015, en el PGA Tour Latinoamérica, en el que consiguió dos victorias.

En 2016 fue invitado a participar en el evento del Korn Ferry Tour —entonces llamado Web.com Tour— que se celebra en el Country Club de Bogotá. Al llegar como wild card no contaba con tanto favoritismo, pero dio un golpe sobre la mesa al consagrarse campeón.

Su padre le contó a este diario que si algo ha caracterizado a su hijo es su virtud para aprovechar las oportunidades. Ricardo Muñoz habló entonces con Germán Calle Sr. y le contó que su hijo tenía madera para brillar en la capital. La información después le llegó a Germán Calle Jr., uno de los organizadores, quien no conocía a “Sebas”, pero confió en su recomendación y quedó, al igual que el público en general, gratamente sorprendido con el resultado.

La victoria de Muñoz en el Korn Ferry, frente a su público, le dio un cupo fijo en el circuito y, producto de unas buenas actuaciones que tuvo después, logró su tarjeta en el PGA Tour para la temporada 2017. Fue el tercer colombiano en lograrlo. Antes lo hicieron Eduardo Herrera y Camilo Villegas.

Su primera experiencia en el circuito élite fue adversa y terminaría regresando al Korn Ferry. Sin embargo, volvió al PGA Tour en 2019 y ese mismo año logró el que hasta ahora es el resultado más importante de su carrera. Un domingo 22 de septiembre ganó el Sanderson Farms Championship, celebrado en Jackson (Mississippi), tras imponerse al surcoreano Im Sung-Jae en el play-off.

Ese resultado le permitió competir en el Masters de Augusta un año después. Logró un Top 20 en su primera participación y volvió a participar un año después. En 2022 compitió en la Presidents Cup y se fue invicto, con dos victorias —una de ellas sobre Scottie Scheffler, hoy líder del ranking del PGA Tour— y un empate.

Su llegada al LIV Golf

Hace poco más de dos años, Sebastián Muñoz cambió de aires y se unió al LIV Golf, circuito fundado con el apoyo del gobierno de Arabia Saudita y que trajo consigo varias novedades, entre ellas el formato, las competencias por equipos, los premios más altos y un modelo más dinámico.

En Colombia hubo quienes por aquel entonces juzgaron su decisión de irse a un circuito que, aunque joven, daba un golpe en la mesa al firmar también a jugadores que fueron número uno del mundo como Dustin Johnson, Jon Rahm y Lee Westwood. En palabras de Ricardo Muñoz, al igual que en el PGA, en el LIV “también se matan” por las victorias.

Sebastián se unió al equipo Torque, que representa a América Latina en el joven circuito. Su capitán es el chileno Joaquín Niemann, que lidera la clasificación anual. A ellos se unen el también chileno Guillermo “Mito” Pereira y el antes mencionado Carlos Ortiz.

Con quien mejor se la lleva desde luego es Ortiz. Ambos viven en el estado de Texas (sur de los Estados Unidos), más concretamente en Dallas, a 10 minutos el uno del otro. Se visitan con frecuencia, sus hijas juegan juntas y comparten más allá de las competencias. El golfista tapatío es la persona que más influyó en cu carrera deportiva.

Aunque su vida transcurre más en el extranjero, cada tanto viaja a Colombia, sobre todo en las fiestas. Hace más de un lustro que Sebastián no juega en un campo de Bogotá, su ciudad natal, muy caótica para alguien tan tranquilo como él. Construyó una casa en Quebradanegra, municipio cundinamarqués a hora y media de la capital.

Allí queda el Club Payandé, entre el valle de los ríos Tobia y Villeta, en una zona de clima tropical. El golfista capitalino es socio del sitio y allí suele practicar. Tiene el récord del campo, con siete golpes bajo par.

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