Mover el brazo libremente es algo que se da por sentado hasta que aparece un dolor persistente y limitante. La bursitis de hombro es una inflamación de las bolsas sinoviales, pequeñas estructuras llenas de líquido que amortiguan los movimientos. Aunque no siempre se le da la importancia que merece, este problema puede convertirse en una molestia crónica si no se trata adecuadamente.
El hombro es una de las articulaciones más afectadas por bursitis debido a su amplio rango de movimiento y al esfuerzo constante que soporta. ¿Alguna vez has sentido dolor al levantar el brazo o al apoyarlo sobre una superficie? Podría ser una señal de alarma.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Por qué se produce la bursitis de hombro?
Las causas más comunes de la bursitis en el hombro están relacionadas con movimientos repetitivos o sobrecarga en la articulación. Entre los principales factores destacan:
- Actividades repetitivas: deportes como béisbol, natación y levantamiento de pesas aumentan el riesgo.
- Mala postura y uso excesivo: pasar horas frente al computador con una postura incorrecta o cargar mochilas pesadas también puede ser un detonante.
- Traumatismos: un golpe fuerte o una caída sobre el hombro puede inflamar la bolsa sinovial.
- Enfermedades inflamatorias: afecciones como artritis reumatoide y gota pueden favorecer la aparición de bursitis.
- Edad y sedentarismo: con el tiempo, el desgaste natural y la falta de movimiento afectan la salud articular.
Si bien cualquier persona puede padecer bursitis, quienes realizan trabajos físicos o practican deportes de alto impacto tienen mayor riesgo.
¿Qué tan grave puede ser la bursitis de hombro?
El dolor y la inflamación pueden ser leves al inicio, pero si no se trata a tiempo, la bursitis puede volverse recurrente y afectar la movilidad del brazo. Algunos signos de alarma incluyen:
- Dolor incapacitante que impide mover el brazo.
- Hinchazón y enrojecimiento intensos en la zona afectada.
- Dolor punzante al hacer ejercicio o esfuerzo físico.
- Fiebre, lo que podría indicar una infección en la bolsa sinovial.
Si se presentan estos síntomas, es clave acudir al médico para evitar complicaciones como la calcificación de la bursa, lo que puede derivar en una pérdida permanente de movilidad en el hombro.
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Prevención y tratamiento: lo que se debe y no se debe hacer
Afortunadamente, la bursitis de hombro se puede prevenir y tratar con estrategias sencillas:
- Descansar y evitar movimientos repetitivos: reducir la sobrecarga en la articulación permite que la inflamación disminuya.
- Aplicar frío y calor: el hielo ayuda a reducir la hinchazón, mientras que el calor mejora la circulación y alivia el dolor.
- Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento: unos músculos bien trabajados protegen la articulación.
- Uso de correctores posturales: mantener una buena alineación al trabajar o hacer ejercicio disminuye el riesgo de inflamación.
- Tomar descansos frecuentes: si el trabajo requiere movimientos repetitivos, alternar tareas o pausar cada cierto tiempo.
En casos severos, el médico puede indicar fisioterapia, antiinflamatorios o incluso infiltraciones con corticoides.
