Para muchos, las vacaciones de diciembre y enero son una época para trasnochar, dormir hasta tarde y pasar tiempo con los amigos. Despertarse para el primer día de un nuevo año escolar puede ser un shock si los niños pequeños, los adolescentes, los padres o los cuidadores no han desarrollado una rutina.
De acuerdo con los especialistas de Mayo Clinic, hay consejos y metodologías para que la transición de un horario relajado a la estructura de un nuevo año escolar no sea un duro despertar. Desarrollar rutinas para la mañana, la hora de acostarse y cualquier otro evento recurrente puede hacer que las cosas funcionen mejor en casa y en la escuela.
Sigue a Cromos en WhatsAppComienza la rutina escolar lentamente
Las rutinas son una parte natural de la vida que brinda estructura y ayuda a los niños a predecir y esperar lo que sucederá. Una forma de ayudar a que la transición sea un poco más sencilla es darle tiempo a la familia para que se adapte a la nueva rutina.
Considere tomarse una semana aproximadamente antes de que comiencen las clases para ayudar a los niños a acostumbrarse a despertarse más temprano, prepararse y desayunar tan pronto como se levanten.
Y los padres no deberían estresarse si las cosas no salen exactamente como lo habían planeado. Los niños necesitan aprender a manejar los cambios. Tener una rutina es bueno. Saber que pueden manejar la vida sin seguir esa rutina es igualmente bueno.
Superar la ansiedad en los niños
Si bien regresar al colegio luego de vacaciones puede ser un momento emocionante para los niños y sus cuidadores, para otros la ansiedad de volver a la escuela puede estar alimentada por miedos o preocupaciones.
Mayo Clinic explica las tácticas que los padres y cuidadores pueden usar para ayudar a los niños con las preocupaciones del regreso a clases:
- Mantener la calma y la calidez: ten en cuenta que cuando los niños están nerviosos y preocupados, suelen expresarlo mediante conductas incómodas y estando más irritables. Los niños suelen descargar esas emociones en sus padres porque ese es el lugar seguro donde sienten que pueden hacerlo.
- Algunos niños pueden sentirse abrumados ante la idea de interactuar y reconectarse con sus compañeros: considere programar citas de juego para que los niños se reencuentren antes del nuevo año escolar. Reencontrarse con niños que conocen del colegio pero que no ven tanto en vacaciones puede ser útil.
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Haz un plan de acción en el regreso a clases
Por último, asegurarse de que los niños duerman bien y de manera estructurada, coman bien, limiten el tiempo que pasan frente a las pantallas y hagan hincapié en las actividades físicas puede ayudar a que se sientan mejor. Cuando se sienten mejor, los miedos y las preocupaciones son más fáciles de manejar.
Una señal de ansiedad por el regreso a clases que los padres y cuidadores pueden detectar es que el estudiante haga muchas preguntas sobre lo que puede o no puede suceder. Elaborar un plan puede ayudar a aliviar esa preocupación.
Es crucial explicarle a los niños que es perfectamente normal sentirse nerviosos por el cambio y experimentar una combinación de temor y emoción por volver al colegio. Afronten el cambio juntos haciendo un plan y siguiendo los pasos para prepararse para el regreso a clases.
