
El petróleo ha dejado de verse con grandes ojos en Casanare. Nelson Moreno, “el artesano del pueblo”, como lo llaman en Tauramena, señala que en medio del auge petrolero se formó como soldador, pero en los últimos años el empleo ya no fue igual. “Trabajaba haciendo sistemas de soportería y en tubería”, recordó. La inestabilidad lo llevó a cambiar de rumbo y ahora se encarga de grandes figuras de gran tamaño, hechas de material reciclado, que buscan convertirse en atractivo turístico en la región. Pero, ¿cómo se llegó hasta ahí?
En los 90...