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La Corte Suprema de Justicia descubrió que durante casi dos meses, Willington Henao Gutiérrez, conocido como Mocho Olmedo, segundo al mando del Frente 33 de la disidencia de las FARC conocida como Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF) que opera en Catatumbo, no estuvo recluido en la cárcel La Picota tras su captura el 12 de febrero pasado, sino que permaneció en un apartamento en Chapinero, en Bogotá, custodiado por la Dirección Nacional de Inteligencia.
El episodio, al menos polémico, se suma a las dudas que en su momento levantó su captura que se dio por una orden de extradición de Estados Unidos, que lo reclama por delitos relacionados con narcotráfico.
Colombia+20 contó en ese momento que su detención había sembrado dudas pues apenas unos días antes, el 7 de febrero pasado, el Gobierno lo había nombrado negociador en la mesa que lleva con el EMBF. Varios medios aseguraron que Olmedo había muerto en los ataques que se venían dando por la crisis en el Catatumbo y los enfrentamientos entre el ELN y la disidencia. Otros más afirmaron que Olmedo se había entregado a las autoridades.
Sin embargo, ninguna de las informaciones fue exacta. Este diario contó entonces que el jefe disidente sí había en la mira de los ataques por parte del ELN, pero con la movida de incluir en una mesa de negociación, el Gobierno lo sacó en helicóptero de la zona y lo trasladó a Cúcuta y luego a Bogotá donde estuvo en reuniones de la mesa en la que entonces se dialogaba sobre la crisis de Catatumbo. Fue entonces donde se conoció que tenía la orden de extradición y agentes del CTI legalizaron su captura.
Pero fue justo ahí donde en lugar de ser recluido en el pabellón de extraditables de La Picota, el director del CTI, Fabio Ordóñez, lo entregó a la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) -que no tiene competencias de policía judicial, y quien lo custodió durante 55 días en el apartamento de Chapinero, en Bogotá, a donde había llegado de Catatumbo.
Según la investigación hecha por Noticias Caracol, la propuesta tuvo el aval de la fiscal general, Luz Adriana Camargo.
El hallazgo de la Corte Suprema se dio en medio del trámite regular que se sigue con personas en proceso de extradición. Luego de que la información de la orden de extradición sea verificada por el Ministerio de Justicia -y obviamente la captura es realizada-, la Corte debe hacer una revisión y decidir si procede o no la extradición. “Ahí se percató (la Corte) que ‘El Mocho’ no estaba tras las rejas en La Picota sino bajo custodia de la Dirección de Inteligencia en un lugar indeterminado”, dijo la Unidad Investigativa de Noticias Caracol.
El alto tribunal envió una solicitud a la fiscal Camargo para que respondiera por la forma y trámite de este procedimiento quien afirmó, según la investigación, que el proceso se dio así porque el comisionado de paz, Otty Patiño, “así lo había pedido para salvar el proceso con el Frente 33 de las disidencias”.
Solo hasta el pasado 8 de abril, Olmedo fue trasladado a la Picota.
Colombia+20 ó con la oficina de prensa del comisionado de paz, pero afirmaron que por ahora no habrá pronunciamiento al respecto.
Este caso se conoce justo unos días después de que el Gobierno de Gustavo Petro oficializó, a través de un decreto, la Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en Tibú, Norte de Santander, a donde habrá una pre-concentración de los del Frente 33 de esa disidencia. El acuerdo para la creación de esa ZUT fue publicado el pasado 3 de mayo y en este aparece la firma de Olmedo, lo que corroboraría que sigue participando como delegado de la mesa.
A la luz del otro decreto que también firmó el presidente Petro el viernes y con el que frenó la extradición de Gabriel Yepes Mejía, conocido como H.H. y delegado del grupo Comuneros del Sur, el Gobierno también podría suspender su entrega a las autoridades de Estados Unidos, argumentando -como lo hizo con H.H.- el avance del proceso de paz.
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