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Diálogos pastorales: una estrategia para la paz desarmada y desarmante

Pbro. Jorge Ernesto Zapata Ochoa
22 de mayo de 2025 - 07:07 p. m.
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La iglesia católica colombiana, inmersa en las comunidades que viven a diario tensiones y divisiones a causa de múltiples conflictos entre actores armados, presentes en los territorios desde mediados del siglo XX, afectando la población en general, ha venido desarrollando y madurando una estrategia de acompañamiento propia de su misión como instrumento de la paz de Cristo, a la que ha denominado Diálogos Pastorales, una experiencia iniciada en la década de 1980 y que ha permitido mitigar conflictos e involucrar actores armados en dinámicas de paz y reconciliación.

Esta estrategia de los Diálogos Pastorales impulsada desde la misión del Episcopado Colombiano, es un servicio a la reconstrucción del tejido social, aportando las luces del humanismo cristiano que valora los tiempos, las circunstancias y las condiciones de los seres humanos involucrados en los conflictos y brindando la posibilidad para que en la relación víctimas - actores de violencia, sea posible la cultura del encuentro, fortaleciendo la aceptación y aplicación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y la distinción humanitaria, dando así pasos hacia el restablecimiento de la paz desde la protección de la vida.

Esta estrategia se hace cada vez más necesaria, dado que la realidad nos muestra el desplazamiento y crecimiento de los conflictos en diversas zonas del territorio nacional, y el Chocó no es la excepción, por los confinamientos en sus propios territorios a individuos y comunidades, afectando las actividades laborales, comerciales, educativas, incluso poniendo en riesgo la salud y la vida, ya que las confrontaciones, dejan en medio a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, con familias destruidas por afectaciones emocionales y de hechos de muerte, ya sea en comunidades negras o indígenas, sin embargo, gracias a los diálogos pastorales en las jurisdicciones eclesiásticas de Quibdó e Istmina-Tadó, se ha logrado disminuir la cantidad e intensidad del conflicto.

Son sorprendentes los datos que, desde la Defensoría del pueblo, con fecha del 16 de febrero de 2025, alertan sobre las afectaciones a la población civil, contabilizando “por lo menos, el desplazamiento forzado de 5.452 personas, el confinamiento de 11.896 personas, 27 homicidios”, sumados a toda la crisis humanitaria en el Catatumbo, en lo que va corrido del año, y que con el informe que la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) con fecha del 04 de marzo de 2025, alerta por la situación humanitaria en seis municipios de la subregión del San Juan (Chocó), que alcanza por lo menos 16.050 personas, equivalente a 3.892 familias, confinadas a causa de grupos armados no estatales con incursiones, enfrentamientos, hostigamientos y ataques a la población civil, además de los paros armados y la presencia de minas antipersona.

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Todo lo anterior es razón suficiente para proponer y acoger los diálogos pastorales como una posibilidad de acercar las partes para el reconocimiento de las razones del conflicto, con una actitud “de paz desarmada y desarmante” (León XIV), que identifique y recupere puntos comunes, ideales compartidos, razones justas, ideales lógicos y emocionales, valoración de los intereses y los fines con un enfoque diferencial, involucrando así a todos, de manera comprometida y constructiva, en la superación de los conflictos.

Esta estrategia cuenta ahora con un nuevo impulso, gracias a la creación de la Comisión Episcopal de Perdón, Reconciliación y Paz, que acrecentando el camino recorrido por la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) se propone seguir fortaleciendo las claves para los diálogos pastorales, ya que además de evidenciar conjuntamente las deficiencias, busca mediante el diálogo pastoral identificar las fortalezas en los territorios y zonas de conflicto, generando mayor aplicación del DIH.

De lo vivido, en la Diócesis Istmina – Tadó (Chocó), con el primero de los talleres de este nuevo ciclo de los diálogos pastorales, gracias al impulso de la Pastoral Social – Caritas Colombiana (SNPS-CC) y la cooperación de la ONG Genova Call Colombia, con quienes se imprime el enfoque del DIH, extendemos la invitación a las fuerzas vivas de la iglesia colombiana a vincularse a esta estrategia y acoger conjuntamente todos los esfuerzos de mediación para la protección de la vida.

Con la certeza que este renacer de los diálogos pastorales, replicado a lo largo y ancho de las jurisdicciones eclesiásticas, no solo nos brindará las herramientas adecuadas para el fortalecimiento de la misión de obispos, presbíteros y laicos, tendremos también la satisfacción de responder a las exigencias de una época que nos compromete con la transformación humanitaria por la vida y por la paz.

✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: [email protected];[email protected];[email protected]o[email protected].

Por Pbro. Jorge Ernesto Zapata Ochoa

 

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