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Un grupo de investigadores reveló, por primera vez, el origen de una serie de extraños dientes fosilizados que han sido hallados en las últimas décadas en el Caribe, sin que se supiera a qué especie pertenecía.
Estos fósiles fueron hallados, en los últimos años, en Cuba y en Puerto Rico, y fueron datos entre 18 y 29 millones de años de antigüedad. El problema es que por sí solos las dentaduras de lo que parecían ser carnívoros de gran tamaño nos permitían determinar de qué especie se trataba. Esto cambió con un hallazgo en República Dominicana en 2023 de otros dientes fosilizados que venían acompañados de dos vértebras.
Luego de varios años de análisis, los investigadores publicaron un estudio en la revista Proceedings of the Royal Society B en el que concluyen que se trataron de fósiles de sebécidos, un grupo grande y diverso de cocodrilos extintos con un registro fósil que se remonta a la era de los dinosaurios.
Según los científicos, se desconocía que esta especie habitó en zonas del caribe. Estos individuos medían más de seis metros de longitud y dominaron ecosistemas sudamericanos hace 11 millones de años y, al parecer, como sugiere el nuevo estudio, también los de las islas del mar Caribe.
Los sebécidos se comportaban como dinosaurios carnívoros, corriendo tras sus presas con sus cuatro largas y ágiles extremidades y desgarrando la carne con sus infames dientes. Algunas especies podían alcanzar los 6 metros de longitud y contaban con una armadura protectora formada por placas óseas incrustadas en la piel.
La extinción masiva de hace 66 millones de años que extinguió a los dinosaurios no aviares casi destruyó también a los notosuquios (a los que pertenece esta especie). En Sudamérica, solo los sebécidos sobrevivieron, y con la desaparición de los dinosaurios, rápidamente se convirtieron en el depredador máximo.
Lo cierto es que, según los investigadores, el mar abierto habría representado un reto para esta especie, que no hubiese podido a atravesarlo para llegar a las islas del Caribe. En ese sentido, este hallazgo confirma la hipótesis de la formación de una vía vía de puentes terrestres temporales o una cadena de islas permitió este tipo de movimiento de especies: esta se conoce como GAARlandia.
“No habría sido posible predecir esto considerando el ecosistema moderno”, afirmó en un comunicado Jonathan Bloch, curador de paleontología de vertebrados en el Museo de Historia Natural de Florida.
Una de las conclusiones del estudio es que muestra como las islas del caribe son “museos de biodiversidad” sobre los cuales aún se necesita investigar más para conocer a fondo su historia natural.
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Por Redacción Ciencia con información de EuropaPress
