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La Terminal de Transportes del Salitre continúa siendo una puerta de ingreso para los traficantes de especies de Bogotá y todo el país. Bajo la creencia de que los controles del recinto son menos estrictos que los de, por ejemplo, las del aeropuerto El Dorado.
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Sin embargo, las autoridades ya poseen conocimiento de esta modalidad y han redoblado los esfuerzos en la Terminal del Salitre, en donde, en el transcurso del presente mes, han incautado ejemplares transportados para su tráfico ilegal.
Durante el último operativo, la Policía Nacional, en articulación con la Secretaría de Ambiente, incautó 4 polluelos de cotorras carisucias (Eupsittula pertinax) adquiridos por una mujer en Maicao, La Guajira, y trasladados hasta la capital del país.
La recuperación de los animales se realizó en la mañana del martes 13 de mayo; durante el procedimiento se capturó a la mujer que transportaba de manera ilegal a los 4 polluelos.
De acuerdo con la Ley 2111 de 2021 del Código penal, artículo 328 “Aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables”, la persona detenida podrá incurrir en prisión de 60 a 135 meses y una multa de entre 135 a 43.750 SMMLV (hasta $62.278.125.000).
“Las actividades de control refuerzan el compromiso que como autoridad ambiental tenemos con la vida silvestre de nuestro país. Extraer a los animales de su hábitat causa un grave daño a los ecosistemas y por supuesto al bienestar de las especies”, precisó la Secretaria de Ambiente de Bogotá, Adriana Soto.
Las cuatro aves fueron trasladadas al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre para evaluar su estado de salud, brindar la atención integral y especializada, y adelantar el proceso de rehabilitación necesario.
Sobre la cotorra carisucia
Estas aves habitan en bosques secos, ecosistemas de manglar, bosques de galería y sabanas arboladas, principalmente en los departamentos de Magdalena y La Guajira. También hacen presencia en los departamentos de Santander, Norte de Santander, Casanare y Meta.
Se alimentan de frutos, flores, semillas y hojas de diversos árboles como el corozo, por lo que una de sus funciones ecológicas más importantes es ser dispersoras de semillas. Al alimentarse de una gran variedad de frutas y semillas, propagan naturalmente las diferentes especies de plantas de las que se alimentan, asegurando su permanencia en el bosque.
La captura de estas aves para comercialización ilegal y tenencia como mascotas es la principal amenaza de esta especie. Desde la Secretaría de Ambiente hacemos un llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier actividad sospechosa o ilegal relacionada con el tráfico de fauna silvestre.
Los canales disponibles de la SDA son: 601 3778854, 318 8277733 y 317 4276828. También puede escribir al correo [email protected].
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Por Redacción Bogotá
