
Casi 300 indígenas emberá llegaron, en horas de la madrugada del lunes, a ocupar de nuevo el Parque Nacional. Sus peticiones son las mismas: un mejor albergue para vivir, mientras esperan un retorno seguro y con garantías a sus resguardos en Risaralda o Chocó. Sin embargo, ya son cuatro escuchando compromisos y pocas respuestas, lo que los ha obligado a acudir a las vías de hecho para visibilizar su malestar. El lío es que en medio de sus protestas los que más sufren son los menores.
Luis Eduardo Sintúa, llegó junto a su familia en 2020 a...
