
La puerta blanca neoclásica de la Casa de Poesía Silva, 3-41 de la calle 12C, centro de Bogotá, la abre Alma Castro Chávez, mexicana de 36 años, que desde hace una década trabaja junto a un reducido equipo de cuatro personas y el actual director para preservar el legado del enigmático José Asunción Silva, considerado el poeta más grande del país y uno de los más irados de la lengua castellana.

Por Juan Camilo Parra
