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Hablar dormido puede parecer una curiosidad inofensiva, incluso un rasgo simpático de alguien cercano. Sin embargo, detrás de esas palabras balbuceadas durante la noche se esconde un fenómeno intrigante y poco comprendido: la somniloquia. ¿Qué tan común es? ¿Qué la causa? ¿Tiene algún impacto en la salud?
“La somniloquia es, en esencia, una parasomnia —es decir, una conducta anormal durante el sueño— que consiste en hablar mientras se duerme sin ser consciente de ello. Lo interesante es que puede manifestarse de muchas formas: desde murmullos ininteligibles hasta frases completas con un claro tono emocional", explica Samuel Morillo, neuropsicólogo especialista en trastornos del sueño y director del Instituto de Neurociencia del Sueño (INS) de Bogotá.
¿Quiénes hablan dormidos?
Según un estudio longitudinal publicado en el Journal of Sleep Research en 2023, realizado por la Universidad de Lyon en colaboración con varios centros del sueño europeos, cerca de 66 % de las personas han hablado dormidas al menos una vez en su vida. Sin embargo, sólo entre 5 % y 10 % lo hacen de forma regular.
“La somniloquia es más común durante la infancia. En los niños puede deberse a un sistema neurológico en desarrollo y, generalmente, desaparece con la edad. Sin embargo, hay adultos que mantienen este hábito, a veces sin saberlo durante años, hasta que una pareja o familiar lo nota”, explica Morillo.
¿Qué ocurre en el cerebro cuando se habla dormido?
Para comprender la somniloquia, es vital entender cómo funciona el sueño. El doctor Morillo guía por sus etapas:
“El sueño se divide en ciclos que duran aproximadamente 90 minutos, alternando entre el sueño REM (movimiento ocular rápido, por sus siglas en inglés) y el sueño no REM. La mayoría de los episodios de somniloquia ocurren durante el sueño no REM, especialmente en las etapas más profundas (N3), cuando el cuerpo está más desconectado del entorno. Sin embargo, también puede aparecer en el sueño REM, donde soñamos con mayor intensidad”.
Durante el sueño no REM, el cuerpo entra en un estado de relajación total, pero ciertas áreas del cerebro pueden activarse temporalmente, generando un episodio de habla inconsciente. “Es como si se encendiera el motor del lenguaje, pero con el conductor —la conciencia— aún dormido”, señala el especialista.
¿Qué se dice mientras se duerme?
Uno de los aspectos más fascinantes de la somniloquia es su contenido. A diferencia de lo que se cree popularmente, no siempre refleja los sueños que la persona está teniendo.
“Muchas veces, lo que se dice durante la somniloquia no tiene sentido o no tiene conexión alguna con los sueños. Pueden ser frases sueltas, palabras inventadas, insultos, risas o gritos. Pero también hay casos en que las palabras parecen seguir un hilo lógico. Lo que es claro es que la persona no tiene control alguno sobre lo que dice”, afirma Morillo.
En el estudio de Lyon mencionado anteriormente, que analizó grabaciones de más de 300 personas durante un mes completo, se encontró que 59 % de las frases dichas durante el sueño eran ininteligibles, 21 % eran frases simples relacionadas con el día a día y 7 % contenía lenguaje soez o agresivo.
“Es importante aclarar que las palabras dichas dormido no deben interpretarse como reflejo del carácter o intenciones del individuo. No hay voluntad detrás de ellas”, enfatiza Morillo.
¿Es señal de algo más serio?
En la mayoría de los casos, la somniloquia es inofensiva y no requiere tratamiento. Sin embargo, cuando se presenta con frecuencia o se combina con otras conductas como caminar dormido, levantarse abruptamente o episodios de terror nocturno, podría estar indicando un trastorno del sueño más complejo.
“El habla durante el sueño puede ser un síntoma secundario de trastornos como el trastorno de conducta del sueño REM, epilepsia nocturna o incluso estrés postraumático. Por eso, si una persona experimenta somniloquia constante y, además, muestra comportamientos violentos o confusión al despertar, debe consultar con un especialista en sueño”, advierte el doctor Morillo.
Factores que pueden detonar la somniloquia
La ciencia ha identificado varios factores que pueden aumentar la probabilidad de hablar dormido:
- Estrés y ansiedad: “El cerebro procesa emociones no resueltas durante el sueño, y eso puede manifestarse verbalmente”, explica Morillo.
- Fiebre o enfermedad: Aumentan la actividad cerebral y alteran los ciclos normales del sueño.
- Privación del sueño: Dormir mal puede provocar interrupciones del ciclo REM y no REM, favoreciendo episodios de somniloquia.
- Alcohol y drogas: Estos elementos interfieren con el sistema nervioso y pueden provocar comportamientos anómalos durante el descanso.
- Genética: “Hay casos familiares donde varias personas presentan somniloquia, lo que sugiere una predisposición hereditaria”, comenta el experto.
Aunque generalmente no representa un problema médico, la somniloquia puede tener consecuencias sociales o de pareja. “Algunas personas sienten vergüenza cuando se enteran de que hablan dormidas, especialmente si dicen cosas comprometedoras o incomprensibles. He tenido pacientes que grabaron sus noches con aplicaciones móviles para descubrir que gritaban, reían o insultaban sin razón. Una mujer me contó que, durante dos años, creyó que su esposo tenía conversaciones con alguien más por teléfono, hasta que descubrió que simplemente hablaba dormido”, dice Morillo.
En algunos casos, la somniloquia puede provocar discusiones entre parejas, sobre todo si el contenido de las palabras parece tener carga emocional. “Hay quienes dicen el nombre de una expareja dormidos. Mi consejo: no saquen conclusiones apresuradas. Dormidos, todos podemos ser actores de teatro sin guion”, comenta el especialista.
¿Tiene cura?
La somniloquia como fenómeno aislado no requiere tratamiento, salvo que afecte la calidad del sueño de la persona o de quienes lo rodean. En esos casos, el tratamiento se enfoca más en mejorar la higiene del sueño que en eliminar el habla.
Morillo recomienda:
- Establecer horarios de sueño constantes.
- Reducir el consumo de cafeína y alcohol.
- Evitar el uso de pantallas antes de dormir.
- Hacer ejercicio con regularidad.
- Evitar situaciones de estrés en la noche.
“En algunos casos, usamos terapias conductuales o incluso grabaciones nocturnas para entender mejor el patrón. Pero lo más importante es no alarmarse. Hablar dormido no es una ‘falla del cerebro’. Es simplemente una expresión del misterio del sueño”, dijo el experto.
Aunque la somniloquia se conoce desde la antigüedad, aún queda mucho por entender. El estudio de Lyon, que sigue en curso en su segunda fase, ahora busca establecer si existe alguna relación entre los patrones lingüísticos de quienes hablan dormidos y su personalidad durante la vigilia.
“Imagina descubrir que el estilo lingüístico nocturno está relacionado con cómo nos expresamos cuando estamos despiertos. Eso abriría una nueva puerta para comprender cómo se forma y se expresa el lenguaje en el cerebro humano”, reflexiona Morillo.
En definitiva, hablar dormido es mucho más común de lo que se cree. Puede ser curioso, gracioso o incluso desconcertante, pero en la mayoría de los casos, no representa un problema de salud. Más bien, es una ventana peculiar a la actividad cerebral mientras descansamos.
