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Conducir una motocicleta con responsabilidad va más allá del cumplimiento de las normas de tránsito. Implica adoptar una actitud preventiva y consciente frente a los diferentes factores de riesgo que se presentan en la vía. Entre ellos, uno de los aspectos menos visibles, pero más relevantes, son los puntos ciegos, también conocidos como ángulos muertos.
En efecto, respetar los límites de velocidad, utilizar los carriles de manera adecuada y comprender los roles de los diferentes actores viales son pilares fundamentales de la seguridad. Sin embargo, no identificar correctamente los puntos ciegos podría traducirse en una situación de peligro, incluso si la conducción es técnicamente correcta.
¿Qué son los puntos ciegos y por qué representan un riesgo?
De acuerdo con Aprilia, fabricante de motos del grupo Piaggio, los puntos ciegos son zonas alrededor del vehículo que quedan fuera del campo visual directo del conductor, incluso al utilizar los espejos retrovisores. En el caso de las motos, donde el tamaño del vehículo y la exposición del conductor hacen que cada movimiento cuente, estos ángulos muertos adquieren una relevancia aún mayor.
“El ejemplo más claro ocurre cuando un conductor revisa los retrovisores antes de realizar un adelantamiento y no detecta la presencia de un vehículo que circula en paralelo. Esta limitación visual, provocada por la posición y el diseño de los espejos laterales, reduce considerablemente la capacidad de reacción. La falta de visibilidad en esos sectores puede ocasionar accidentes que pongan en riesgo tanto al motociclista como a otros s de la vía”, señalan los voceros de Aprilia.
Según los expertos de la marca, este tipo de situaciones no se limita a un solo tipo de motocicleta. Tanto en scooters como en motos de baja cilindrada o de cualquier otra categoría, los puntos ciegos están presentes y deben ser identificados. “Conocer su ubicación y adoptar medidas para reducirlos no solo protege al conductor, sino que contribuye al bienestar colectivo”, añaden.
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¿Cómo reducir los puntos ciegos al conducir una moto?
Aunque los ángulos muertos son inevitables en cierta medida, existen medidas concretas que todo motociclista puede implementar para reducirlos al máximo. A continuación, Aprilia presenta algunas recomendaciones clave para lograrlo:
- Ajuste correcto de los retrovisores
El primer paso para reducir los puntos ciegos consiste en una correcta configuración de los espejos laterales. Este ajuste debe realizarse desde la posición habitual de conducción, es decir, sentado como si se estuviera en marcha. La idea no es ver los hombros ni los brazos por completo en el reflejo, sino apenas una pequeña parte de ellos como punto de referencia.
El objetivo es ampliar el campo visual hacia los laterales y la parte trasera de la moto, manteniendo una línea de visión horizontal y sin distorsiones. “Si en el espejo solo se visualiza el cielo o el pavimento, el ángulo está mal configurado y se pierde capacidad de observación crítica”, enfatizan los voceros de Aprilia.
- Identificación de los puntos ciegos en otros vehículos
De acuerdo con los expertos, un motociclista consciente no solo debe conocer los ángulos muertos de su propia moto, sino también los de los demás vehículos, especialmente en el caso de camiones y buses, que cuentan con mayores limitaciones de visibilidad. La pregunta clave es: ¿el conductor del vehículo próximo tiene capacidad real de verlo? Si la respuesta es negativa, es preferible cambiar de posición en la vía.
Anticiparse a las limitaciones visuales de otros actores viales permite evitar maniobras inesperadas y minimizar el riesgo de colisiones.
- Crear espacios de seguridad al realizar adelantamientos
Al adelantar, es fundamental mantener una distancia prudente y evitar maniobras cerradas. Según el fabricante, la moto debe ocupar con claridad el nuevo carril, dejando un margen lateral amplio frente al vehículo que se rebasa. Esta práctica genera un espacio de seguridad que reduce la posibilidad de ingresar inadvertidamente en un punto ciego ajeno.
Además, no se debe prolongar innecesariamente el tiempo junto a otro vehículo durante un adelantamiento; entre más rápida y segura sea la maniobra, menor será el riesgo.
- Aumentar la visibilidad con elementos reflectivos y señales
Ser visible en todo momento es esencial para un motociclista. Por esta razón, el uso permanente de luces —incluso durante el día— mejora considerablemente la percepción de la moto por parte de los demás conductores. Asimismo, emplear prendas o rios reflectivos y hacer uso adecuado de las señales direccionales permite anticipar movimientos y reducir los riesgos derivados de la falta de visibilidad.
- Mantener visores y espejos en óptimas condiciones
Aunque pueda parecer una recomendación básica, la limpieza y el buen estado de los visores del casco y de los espejos retrovisores marcan una gran diferencia. Superficies sucias, rayadas o fracturadas limitan la capacidad de observación, generando zonas ciegas adicionales que podrían evitarse fácilmente con un mantenimiento adecuado.
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