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El megatsunami que estremeció a la Tierra, pero casi pasa desapercibido

Con alturas de marea que alcanzaron los 200 metros en su punto máximo, un extraño evento sacudió al planeta en 2023. Ahora sabemos qué ocurrió.

04 de junio de 2025 - 12:47 p. m.
Imagen de referencia. El evento ocurrió debido al desprendimiento de hielo y tierra en un glaciar de Groenlandia.
Imagen de referencia. El evento ocurrió debido al desprendimiento de hielo y tierra en un glaciar de Groenlandia.
Foto: Agencia AFP
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La caída de un enorme trozo de glaciar, acompañado de tierra y rocas, provocó una señal sísmica poco usual en un fiordo (una especie de golfo, pero formado por glaciares) de Groenlandia en septiembre de 2023. Los científicos tardaron en darse cuenta de qué se trataba, pero la señal se mantuvo durante nueve días.

Un evento similar se produjo casi un mes después, el 11 de octubre. Una vez más, una enorme cantidad de hielo y tierra cayó al mar en el mismo lugar, generando una señal que percibieron los sistemas de monitoreo sísmico y duró una semana, pero sin tener mucha claridad sobre qué se trataba.

Ahora, un grupo de científicos publicó en Nature Communications la revisión más precisa que se ha hecho hasta el momento de lo que ocurrió en estos dos momentos. Sus hallazgos confirman lo que se había analizado con modelos de predicción numérica, que estimaban la ocurrencia de un megatsunami.

Los investigadores reunieron la evidencia recopilada por los diferentes sensores de monitoreo más cercanos al lugar en el que ocurrieron los desprendimientos de tierra y glaciar al mar. Además, los analizaron junto a la información satelital de la misión Surface Water Ocean Topography (SWOT), que fue lanzada en 2022 al espacio.

Esta información les permitió medir la altura máxima de los tsunamis que se generaron y lo que ocurrió los días siguientes. El punto máximo se alcanzó el 16 de septiembre, justo después de la primera caída de hielo, cuando el agua alcanzó una altura de 200 metros, que se sostuvo luego en un promedio de 60 metros, de acuerdo con la publicación.

En ambas ocasiones, tras el megatsunami, que no causó ningún reporte de daño por haber ocurrido en una zona remota, se generó un fenómeno conocido como seiche. Se trata de una onda que se sostiene en el tiempo debido a la actividad sísmica generada. Esa era la señal que percibían los sistemas monitoreo.

Según los científicos, ese seiche se mantuvo durante nueve días, en septiembre, y una semana, en el evento de octubre. En el primer caso, la altura promedio del agua con respecto a la superficie superaba los siete metros.

Los datos satelitales fueron claves para tener una idea más completa sobre lo ocurrido, pues los sistemas de monitoreo daban cuenta de señales sísmicas que permitían hacer estimaciones de lo que pasó, pero sin una evidencia clara.

Esta es una de las primeras investigaciones que se adelanta con información de la misión SWOT, que es clave para el análisis de las aguas superficiales y lo que ocurre en zonas remotas del océano.

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