Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Sildany Herrera aprendió el arte de la pesca desde que era una niña. Creció entre nasas, atarrayas y a bordo de una pequeña canoa. Para ella, este oficio, en el que lleva más de 33 años, ha sido su fuente de sustento y el de su familia. Con la llegada de nuevos artes de pesca como el trasmallo, Sildany cuenta que a la edad de 18 años empezó a observar cómo se reducían los peces y con ello la posibilidad de tener una pesca suficiente, situación que ha empeorado en los últimos años. Esto se ha convertido en un problema para cientos de familias que dependen de esta actividad en el DRMI-RAMSAR Complejo Cenagoso de Zapatosa, uno de los humedales de agua dulce más extensos del país.
Colombia se caracteriza por ser un país de humedales. Para el 2018 el Instituto Alexander Von Humboldt, indicó que cerca del 27% del territorio continental e insular, equivalentes a más de treinta millones de hectáreas, está conformado por humedales. Estos ecosistemas incluyen los ríos, quebradas, caños, lagunas, esteros, ciénagas, lugares que acumulan el agua de manera temporal o permanente, y que en nuestro país los encontramos desde las zonas altas en los páramos hasta las zonas más bajas.
Al igual que los bosques, los humedales han sufrido fuertes procesos de transformación. El índice de tendencia de extensión de los humedales (WET por sus siglas en ingles), desarrollado para evaluar la tasa de pérdida de los humedales, muestra que entre 1970 al 2005 se ha producido una pérdida del 40% en su extensión a nivel global. Para el caso de Colombia, se estima que más de la mitad de los humedales presentan coberturas asociadas al pastoreo y una tercera parte a cultivos, y tan solo el 12% se encuentra bajo alguna figura de protección.
Pese a la gran importancia que tienen los humedales en la regulación hidrológica, el almacenamiento del carbono y su alta biodiversidad, estos ecosistemas han sido históricamente estigmatizados, utilizados como fuente de residuos, asociados a lugares peligrosos, poco conocidos, sitios desagradables y de malos olores. Así mismo, las fuertes presiones a las que se encuentran expuestos, generan que su funcionamiento no sea el adecuado, razón por la cual entender su dinámica y comportamiento son esenciales para establecer medidas que contribuyan a su conservación y con ello revalorizarlos como ecosistemas estratégicos y vitales para la biodiversidad y el bienestar humano.
En el marco de la celebración del día internacional de los humedales, que para el 2025 tiene como temática “Proteger los humedales para nuestro futuro común”, se hace un llamado a que todos los actores que participamos directa o indirectamente en la gestión de estos ecosistemas, nos unamos frente a la necesidad de protegerlos para Sildany, su familia, los pescadores, ganaderos, agricultores, los artistas, la biodiversidad, las ciudades y pueblos, y en fin todos aquellos que nos beneficiamos de los humedales.
Fundación Natura y sus aliados, conmemorando esta importante fecha, presentan dos publicaciones cuyos resultados buscan que, tomadores de decisiones en todas las escalas, desde las comunidades, pasando por organismos de orden local, regional y nacional, puedan tener elementos que orienten su accionar para fortalecer la gestión en estos ecosistemas, especialmente en el Complejo Cenagoso de la Zapatosa, donde se llevaron a cabo estas investigaciones.
La primera publicación, de carácter internacional y liderada por la UNESCO, llamada Sitios demostrativos de ecohidrología en América Latina y El Caribe: pasado, presente y futuro, realiza una recopilación de experiencias en la región que, bajo este enfoque transdisciplinar busca establecer relaciones entre procesos hidrológicos y biológicos, de manera que se generen lineamientos para la conservación y restauración de los ecosistemas acuáticos. En el capítulo 6, se hace una mención especial de la modelación ecohidrológica realizada en Complejo Cenagoso de Zapatosa, como fruto de la alianza entre Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), Banco Interamericano de Desarrollo, IDEAM y Fundación Natura entre otros, en el marco del proyecto Magdalena Cauca Vive.
Allí se deja en evidencia como la alteración del régimen hidrológico ha influenciado la disponibilidad del recurso pesquero, principalmente en épocas secas, que, asociado a la sobrepesca, limitan el desarrollo de esta actividad y por ende impactando la economía de cientos de familias. Medidas como el destaponamiento de caños, la reducción en la sedimentación, el control de especies exóticas como el buchón, la restauración ecológica de zonas de transición, garantizar la interacción del sistema hídrico, son algunas acciones que permitirán alivianar la carga que tiene el sistema y que impide cumplir su función adecuadamente.
La segunda publicación, de carácter nacional y fruto de la alianza entre Fundación Natura y Ecopetrol, denominada Propuesta de Protocolo para la estimación integral de contenidos de carbono y biodiversidad en humedales del Magdalena Medio y Bajo, siendo el Complejo Cenagoso de Zapatosa su escenario de validación, es una herramienta que se basa en metodologías costo-eficientes que permiten identificar el estado de los humedales y pone sobre la mesa la importancia de su conservación para la mitigación de los efectos del cambio climático, ofreciendo lineamientos generales que permiten su aplicabilidad en otras zonas del país. La información aquí generada permite establecer una línea base del almacenamiento de carbono para los humedales naturales.
De esta manera, para el Complejo Cenagoso de la Zapatosa se identificaron las zonas con mayor y menor almacenamiento de carbono, las áreas de mayor importancia para la biodiversidad, como la relación entre estos dos servicios ecosistémicos es esencial, de manera que, se prioricen acciones que, como la restauración y conservación. La transformación del 40% de coberturas naturales asociadas al humedal, también generan un llamado alerta a la unidad y articulación para hacer frente a los fenómenos que vienen afectando el al humedal.
La Fundación Natura contribuye con estas dos publicaciones a la gestión de estos ecosistemas tan importantes y continuará trabajando en pro del manejo, conservación y recuperación de los humedales para nuestro futuro común.
Por Gustavo Segura y Claudia Andramunio/ Fundación Natura
