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El sector eléctrico es un campo de conducción de múltiples chispas de talento, tecnología y de fundamentos técnicos, sin embargo, hay una chispa que pasa desapercibida para el ojo público, pero que ha contribuido a consolidar un mecanismo de equilibrio en el que la libre competencia logra beneficios tangibles para los clientes.
ISAGEN y su papel en el mercado no regulado
El Mercado de Energía Mayorista (MEM) surgió de las reformas al sector eléctrico impulsadas por las Leyes 142 y 143 de 1994, esta última conocida como ‘Ley Eléctrica’ que le dio forma a su implementación a través de la Resolución CREG No. 024 de 1995.
El MEM inició operaciones el 20 de julio de 1995 dando paso a la Bolsa de Energía como un mercado de corto plazo, y su contraparte, el mercado de largo plazo, compuesto por los contratos bilaterales de la misma denominación que se firman para suministrar el recurso eléctrico a los grandes consumidores que forman el mercado no regulado.
ISAGEN, empresa de generación dividida de ISA ese mismo año, llegó al sector no solo para fortalecerlo con la expansión del parque de generación, sino que también se consolidó como un jugador de peso al impulsar la competitividad del mismo, pues a diferencia de las empresas que mantuvieron su integración vertical (como EPM y Grupo Energía de Bogotá) que despliegan sus servicios en zonas específicas del país, ISAGEN no está condicionada por una distribución geográfica en especial, sino que lleva su estrategia comercial de contratos de largo plazo a los lugares que representan una oportunidad.
Esa nueva configuración del mercado le permitió a ISAGEN encender la chispa de la verdadera competencia al traspasar los límites regionales con contratos de largo plazo (hoy son aproximadamente el 80 % de la energía vendida en Colombia) que brindan otra alternativa de precio y servicio más allá de lo ofrecido por los jugadores de base en los territorios de dominio natural de las empresas de integración vertical. La competencia trae mejoras al sector en todos los aspectos.
Colombia avanza en una transición energética que debe garantizar mayor confiabilidad con tarifas justas, como es el objetivo de todos. En línea con ese propósito, ISAGEN adquirió un portafolio de 9 PCH, puso en funcionamiento dos parques eólicos en La Guajira y diez plantas solares en los departamentos del Meta y Atlántico, lo que nos permite mantener una matriz de generación totalmente renovable y aumentar nuestra presencia nacional. Así, dimos el paso definitivo que nos permitió llegar a una generación con fuentes 100% renovables.
El mercado eléctrico colombiano ha gozado de un marco regulatorio estable que ha sustentado la expansión de la capacidad generación eléctrica confiable en los últimos 30 años, fruto de un proceso de construcción con las autoridades. Es un reto mantener la expansión del sistema y asegurar el normal abastecimiento de la demanda. ISAGEN está a la vanguardia de ese objetivo y por ello sigue incrementando su capacidad de generación verde.
En ISAGEN somos aliados de la transición y las instituciones, y seguimos comprometidos en ser actores preponderantes en la inversión en grandes proyectos de infraestructura. No hay que perder de vista que son inversiones a más de 30 años que se sustentan en la credibilidad de los agentes, en un marco normativo claro y la lógica de un mercado en competencia. El activo más grande que tiene el sector eléctrico es su institucionalidad.
La generadora soporta este triunfo de un mercado eléctrico en libre competencia y eficiencia, con diversidad de activos ubicados estratégicamente a lo largo y ancho del país para suplir las necesidades de los clientes con confiabilidad. Los 30 años de operación de ISAGEN son un logro de la transformación del sector.
En resumen, el mercado no regulado en Colombia permite una mayor flexibilidad, eficiencia y competitividad, beneficiando tanto a los grandes consumidores como al sistema eléctrico.
*Este contenido es publicado en alianza con ISAGEN.
Por ISAGEN*
